Revista Cine

Le Chat du Rabbin (El Gato del Rabino), Francia 2009

Publicado el 05 mayo 2011 por Cineinvisible @cineinvisib

Bienvenidos al cine actual más radical, creativo y arriesgado, saludos a mis nuevos vecinos y, sin más, pasemos a lo que más nos gusta a todos. Ya tendremos tiempo de conocernos… en los comentarios (terreno minado, a visitar por tu cuenta y riesgo).

Le Chat du Rabbin (El Gato del Rabino), Francia 2009

En el primer preestreno de Le Chat du Rabbin en presencia del público, tras algún pases de prensa y uno realizado ante todas las comunidades religiosas junto a los representantes de los derechos de Tintín (presente en una de las escenas más divertidas de la película) y, por si fuera poco, la sociedad protectora de animales (la única realmente preocupada por las condiciones de rodaje), Johann Sfar luce su habitual sonrisa, una energía desbordante y la inteligencia a flor de piel, como si cada uno de sus poros fuese un bocadillo con diferentes frases ingeniosas.

Le Chat du Rabbin (El Gato del Rabino), Francia 2009

Ante la sala abarrotada, conquistada de antemano, el director a cada pregunta responde con mil anécdotas, vivencias, recuerdos y opiniones. La proyección ha sido un exitazo y los espectadores, aún bajo el embrujo de las imágenes del film, le retienen durante casi una hora. El autor del célebre cómic (cinco entregas desde 2002 y casi un millón de ejemplares vendidos) había recibido varias propuestas para adaptarlo a la pantalla. Siete negativas fueron necesarias para convencerle de que él mismo, junto su amigo y productor desde 2010, Antoine Delesvaux, debían llevarlo al cine. Un trabajo que se inició antes de realizar Gainsbourg (Vida de un Héroe) y que, por fin, se estrenará en su país el próximo mes de junio.

Le Chat du Rabbin (El Gato del Rabino), Francia 2009

Este gato maldito tras comerse al loro de la casa, más por celos que por hambre, comienza a hablar y como lo que dice se aleja bastante de lo políticamente correcto, el rabino intenta alejarlo de su hija para evitar tal nefasta influencia. Pero al gato lo que más le gusta son las caricias de su dueña, como a todos, y solicita formalmente convertirse al judaísmo para poder volver a disfrutarlas. Para ello y en busca del origen de esta religión, un mítico lugar situado en Etiopía y habitado por judíos negros, los protagonistas atraviesan parte del continente africano.

Le Chat du Rabbin (El Gato del Rabino), Francia 2009

El autor, a través de este singular personaje inspirado de su propio gato, expone una inteligente crítica de todas y cada una de las religiones y constata divertido, según sus propias palabras, que sus comics anticlericales no sólo no han logrado irritar a nadie sino que reciben continuamente todos los premios ecuménicos, habidos y por haber. Rodada previamente con actores reales, para comprobar si el guión y la animación funcionaban en pantalla, y utilizando la técnica de 3D para realzar algún personaje o motivo en cada escena, los directores han conseguido una película con más de 1300 planos llenos de magia, agitación, humor e ironía.

Le Chat du Rabbin (El Gato del Rabino), Francia 2009

El gato del rabino, próximo al Zadig de Voltaire, defiende el libre pensamiento y la tolerancia frente a las supersticiones y la ignorancia. Falta hacen filosofías así en estos tiempos que nos ha tocado vivir. En 1959 René Pomeau escribía en Europe, “desde hace tiempo hemos observado la analogía existente entre los cuentos de Voltaire y nuestros dibujos animados… en el siglo de Luis XV las marionetas eran los dibujos animados de la época: personajes estilizados con gestos expresivos, burlescos pero amables…” y cincuenta años después, Johann Sfar y su gato han decidido no dejar títere con cabeza, sobre todo, si practica alguna religión.



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