Revista Creaciones

Le damos una segunda oportunidad a una lámpara.

Por Factorela @Factorela
     En el proyecto de esta semana os voy a enseñar como transformamos la lámpara que había en el salón cuando compramos el piso.
Le damos una segunda oportunidad a una lámpara.
    Aquí la tenemos en todo su esplendor. ¿Quién no ha visto alguna vez una lámpara de este tipo?. Hace unos años (bastantes...^^) eran lo más, así que sí, todos hemos tenido el gusto de conocerlas. Son un poco retro, pero no me preguntéis por qué (que ya lo hizo mi chico en su momento...), pero yo me enamoré de ella en cuanto la vi. No se si fue locura transitoria, pero desde el primer día supe que esa lámpara se quedaba con nosotros. Y así fue, este es el primer proyecto que llevamos a cabo en el piso y de los que me siento más orgullosa. Os muestro el paso a paso de la transformación.
   Tras desconectar la luz y quitar los cables y las bombilla, descolgamos la lámpara. Le quitamos los bombos de cristal y nos dispusimos a pintarla. 
Le damos una segunda oportunidad a una lámpara.
   Como la lámpara es metálica, antes de aplicar el esmalte, tuvimos que darle una mano de imprimación especial para metales, para que la pintura que pusiéramos después agarrase bien. 
    La imprimación la aplicamos con una brocha, y tras dejarla secar lo que indica el fabricante, le dimos una pasada con una lija de grano fino, para limar las imperfecciones y que el acabado sea más profesional.

Le damos una segunda oportunidad a una lámpara.

Tan blanquita, ya parecía otra, y mi chico
 por fin entendió lo de mi amor hacia una lámpara... ;)

    Tras la imprimación, llega el momento de aplicar el esmalte. Nosotros elegimos esmalte efecto forja de color negro, para darle un aspecto rústico. Así es como se veía tras dos manos del esmalte.
Le damos una segunda oportunidad a una lámpara.

    Después de secarse el esmalte, no lijamos, ya que el acabado de la pintura no lo permite. Pero pintando con cuidado no es necesario lijarlo para que quede bien. Para que la lámpara se amoldase mejor al conjunto del salón, a última hora decidimos envejecer un poco el negro de la forja con pátina color marrón antiguo. Y tras dejarla secar bien, colgamos la lámpara en su lugar, le pusimos las bombillas, unas tulipas nuevas y... ¡aquí esta el resultado final!...

Le damos una segunda oportunidad a una lámpara.

Vista desde abajo


Le damos una segunda oportunidad a una lámpara.

Vista lateral


    ¿Qué os parece? Mi pareja y yo estamos muy contentos con el resultado, ha quedado muy bonita y nos hemos ahorrado un dineral en comprar una lámpara nueva. ¡Así que todo son ventajas! 
    Os dejo con el antes y el después para que coparéis y veáis bien el cambio, que paséis un feliz día...

Le damos una segunda oportunidad a una lámpara.

Antes                                                                                   Después


    Nos vemos pronto en Factorela.

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