Todos los que llevamos gafas sabemos lo mucho que esos cristales graduados hacen por nosotros ya que, sin ellas, todo volvería a estar distorsionado.
Pues imaginaros lo que debió sentir Piper, el bebé que conoceréis hoy, cuando sus padres le pusieron gafas por primera vez y pudo ver al fin sus rostros nítidamente. Bueno, realmente no hace falta que imaginéis mucho, pues en el siguiente vídeo podréis ver su hilarante reacción.
Piper nació con un problema visual que le impedía enfocar debidamente, por lo que su visión era borrosa y distorsionada. Por suerte, podía corregirse con gafas. En el vídeo podemos ver cómo su madre, Jessica, intenta ponérselas ante la reticencia de Piper. Cuando por fin lo logra, veréis el cambio de expresión del bebé, regalándonos una de las escenas más divertidas y tiernas que hemos visto en mucho tiempo. ¡No te la pierdas y compártela!
Fuente: La Voz del Muro
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