Esta es una pregunta que muchas mamás se plantean cuando el pediatra les recomienda pasarse a la leche normal, especialmente si el niño no parece encantado con el cambio.
Sobre cuándo se debe introducir la leche de vaca en la dieta infantil hay bastante unanimidad: lo ideal es alrededor de los 12 meses, aunque algunos pediatras consideran que a partir de los 9 meses se puede comenzar con ella (¡pero nunca antes de los 6 meses!).