La canción que vamos a escuchar hoy tuvo su punto de polémica allá por los años sesenta del pasado siglo. Webb Pierce y Wayne Walker, sus autores, se la ofrecieron a una cantante canadiense recién llegada a esto del country y que a la sazón trabajaba en Decca Records. Su nombre, Joyce Smith. En el mismo sello, sin embargo, también estaba Patsy Cline que, cuando se dio cuenta del potencial del tema, comprendió que podía significar otro éxito para su carrera. Intentó convencer a Owen Bradley, el productor del sello, de que se la diera a ella, pero este no cedió, al menos en un primer momento. Y parece que no se equivocó, pues la grabación original de Joyce Smith vendió más de 100.000 copias, una cifra muy considerable para la época, sobre todo teniendo en cuenta que se trataba de su primer single.
Patsy Cline terminaría haciendo su versión, y, como era habitual, estuvo a la altura de su talento. Salió al mercado en enero de 1963 y se convirtió en su último single, ya que murió dos meses más tarde en un accidente de aviación. Cline tenía previsto incluir la canción en su siguiente disco, Faded Love, que no llegó a editarse aunque el contenido ya estaba ultimado.
En la letra, la protagonista le dice a su pareja que, si tiene pensado dejarla, lo haga cuanto antes para que el sufrimiento no sea tan duradero.
Escuchemos la versión original de Joyce Smith en 1961.
Patsy Cline no pudo resistirse a grabarla un año después.
LeAnn Rimes la recuperó para su álbum epónimo de 1999, que grabó con solo 17 años y en el que incluyó varias versiones de su ídolo, Patsy Cline.
Rissi Palmer la incluyó en su álbum de debut Rissi Palmer (2007).
La versión de Lorrie Morgan pertenece a A Moment in Time (2009).
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