Revista Música
Ayer jueves 20 volvimos a la sala bikini, a disfrutar otra vez del bien hacer de Ariel Rot...y ya van...bufff mejor ni recordarlo porque son tantos y tantos años, desde la aquella lejana etapa tequilera escuchando discos en un antiguo tocadiscos de mi prima, a la etapa Rodriguez, mítico aquel concierto de la gira con Sabina que viví en la monumental, a la etapa en solitario, donde he ido viendo concierto tras concierto en Barcelona y un par de excursiones a Valencia y Madrid...
Los conciertos de Ariel son poco dados a las sorpresas, sobretodo negativas, dan lo que prometen siempre...buena música, una banda excepcional...no se si la mejor, porque yo personalmente he visto bandas muy buenas acompañándole y músicos excepcionales como Ricardo Marin, Pablo Serrano, Jacob, Toni Jurado, Lupano, Luca Frasca...pero ahora es cierto que la banda muy renovada suena y rejuvenecida suena fantástica, Mac en el bajo marca la rítmica de manera excepcional, Andrés en la batería da un brío y fuerza impresionante y Mauro es un teclista magnífico dotado como pocos para el Rock...y se mantiene un Osvi IMPRESIONANTE, ayer por ejemplo le vi brutal, asumiendo algunos solos como hacía tiempo que no se le veía y convirtiéndose en el socio que Ariel necesita a su lado...
El concierto arranca con los dos temas más rockeros del nuevo disco "Solo Rot", dos temas, "Una vida equivocada" y "Problemas" que suenan muy tequileros y a la vez y por defecto muy stonianos..y opco a poco vamos encontrándonos con esas canciones de toda la vida y de la carrera en solitario de Ariel; "Hasta perder la cuenta", "El vals de los recuerdos", "una casa con tres balcones", "Dos de corazones", la mítica y muy Dylaniana "Gheisas en Madrid", "Baile de ilusiones", "Confesiones de un comedor de pizza", "Adios carnaval", etc...y entre medio algunas canciones del nuevo disco, la denostada injustamente "Papi dame la mano que tengo miedo" que bien podría ser el argumento de una novela de Edward Bunker o la suave "Dulce mirada", pero las que mas conectan con el público sin duda son "Nena me enseñaste a amar" con esa frase que se canta a modo de blues de New Orleans (si no es real, no sirve, sino es real no sirve) y la fronteriza "Manos expertas". Estas dos canciones deberían formar parte del repertorio de Ariel para siempre....y la mirada más nostálgica viene con la recuperación de dos temas Rodriguez, "La milonga del marinero y el capitán" y "Dulce condena"...y un fin de fiesta con la acelerada "40 millones" que goza en esta gira de una introducción 100% rock que se agradece infinitamente.
Y cada canción es un vendaval de nostalgia, de alegría y porque no, de pena...vienen recuerdos de las épocas en las que uno escuchaba esas canciones y en la compañía de quién las escuchaba...pero en el fondo tras ese final tan rockero uno se da cuenta de que siempre, siempre hay esperanza y alegría y que Mr. Rot volverá a traernos elegancia y buena música como siempre...
Gracias!