Paro agrario en Boyaca agosto de 2013
Fotografía web de la gobernación de Boyaca Con ocasión del actual paro agrario y del apoyo de otros sectores de manera parcial, algunos uribistas oportunistas y otros desinformados celebran con placer los traspiés del actual gobierno, que debe considerar múltiples propuestas en la búsqueda de las soluciones a los conflictos actuales, muchos heredados de anteriores administraciones originando el reciente caos como consecuencia de la funesta manera de redactar normas, negociar tratados, formular cálculos absurdos para estimar el valor de los combustibles en el país, eliminar controles a productos sensibles como los medicamentos; por ello no podemos disminuir la culpabilidad que asiste a los malos gobiernos como el de Lopez Michelsen( a quien debemos la desregulación al precio de los medicamentos), Gaviria y su apertura sin puertos y carreteras además del inicio de muchas privatizaciones que no han rendido los frutos esperados más allá de enriquecer a sus actuales dueños, Pastrana y su incompetente gestión que dejo el país a merced de las Farc, a Uribe que logró recuperar la credibilidad del estado y el control territorial en al menos el 70% del país única meta de su primer mandato, pero nos dejó a merced de sus secuaces en el segundo periodo en donde la corrupción o la ineptitud acabó con la buena gestión de su primer gobierno.Ahora resulta que ante tanta actuación irresponsable el único culpable es Santos, nuevamente la falta de memoria en el colectivo adjudica problemas a este hombre que tampoco es un dechado de virtudes, pero que en algunas acciones ha hecho el intento de variar un poco el rumbo.
Resulta muy difícil de comprender, como en el asunto de la resolución 970 del ICA vigente desde el 2010 y que reglamenta el uso de las semillas, nativas y las modificadas con algún procedimiento científico o técnico se aplique sin estudiar los efectos económicos y sociales que de la implementación de ella se desprenden, sobre todo con los pequeños productores que son todos aquellos que cultivan hasta un máximo de 5 hectáreas, siendo ellos el grupo más numeroso que provee el abasto de las grandes ciudades.
Porqué la protesta campesina se contesta con una desproporcionada agresividad, que viola reglas como la de la proporcionalidad en el uso de la fuerza que está sujeta y dimensionada al objetivo legítimo que se pretende conseguir y adaptada a la gravedad del delito y que está reglamentada bajo las resoluciones resultantes del congreso de la ONU realizado en la Habana entre el 27 de agosto y el 7 de septiembre de 1990.
Cuál es la razón de vender carburantes a una multinacional que explota minas de carbón a precios subsidiados de al menos un 45% mientras a las demás empresas y ciudadanos no se les reconsidera ni siquiera una disminución del 20% en su valor de comercialización y a pesar de que se ha demostrado que el costo de los combustibles en el país es de los más altos de toda América.
Porqué continuamos pagando medicamentos y el servicio energético más costoso de la región cuando producimos con todas las garantías y facilidades ambos insumos. Es muy peculiar que a pesar de producir energía hidráulica barata, nuestras tarifas por kilovatio cuesten el doble que las de Estados Unidos o que opinan que desde el gobierno de Lopez Michelsen se desregularizó el control al precio de los medicamentos, sin lograr controlar los excesos en el cobro de ellos en estos últimos 39 años.
De ahí lo decepcionante que en las huestes oficiales no existan profesionales que se interesen de manera solidaria y ética a responder por sus obligaciones ante toda la sociedad, desde hace décadas se nota que hace carrera la ambición personal, el lucro propio y para los amigos, por encima de las necesidades de miles o millones, porque de no ser así resulta imposible entender cómo se han erigido tantos errores, se han implementado políticas inhumanas o se han creado normas sin evaluar los impactos sociales y económicos sobre los más vulnerables, que son la semilla de las actuales protestas.
Pero al igual que estos desafueros, subsisten un gran universo de abusos que implementados por cada legislatura procuran favorecer a determinados renglones de la economía, como si fueran pequeñas parcelas independientes que requieren de excesiva protección o en algunos casos de la eliminación de normas de control, con el único objetivo de generar exponenciales beneficios a pequeños grupos y en detrimento de la gran mayoría.
Afortunadamente parece ser que vamos despertando del letargo y demostraciones como el paro agrario son necesarias para obligar a la elite gobernante a modificar criterios tan injustos y egoístas en la conducción del país.