"Lo único seguro en esta vida son los impuestos y la muerte" esta frase se le atribuye a grandes personalidades de la historia, como Benjamin Franklin, Mark Twain y otras tantas mentes brillantes; pero sea quien sea su autor, encierra una verdad sacramental. Y es de esta realidad que quiero hablar hoy en Finanzas & Proyectos, sobre algunas lecciones financieras que se pueden extraer de la muerte.
Para morir solo hay que estar vivo
Es sumamente interesante pensar en que la condición primaria para morirse es estar vivo. Lo que significa que si estás leyendo esta entrada eres el candidato o la candidata ideal, y en turno para esto. Y en la introducción mencioné que esto es una verdad sacramental, porque sin lugar a dudas, no importa el tipo de vida que llevemos, seguro, vamos a morir.
Algunos, por su estilo de vida dan a entender que quieren llegar temprano a esta cita, mientras que otros tratan de dilatarlo lo más que puedan; lo cierto es que todos tenemos un ticket con un número que nos indica que eventualmente dejaremos esta tierra para pasar al otro lado.
Y aunque no es una idea que nos agrade tener presente, es algo que deberíamos, por lo menos, ponderar para las diferentes decisiones financieras que tenemos que tomar, a razón de que estaremos por un tiempo limitado en esta tierra y por ende, hay que extraer el mayor beneficio de ellas.
Lecciones financieras sobre la muerte
Partiendo de que esto es una realidad, en cada persona que está viva; estar consciente de ella puede tener dos tipos de reacciones:
- Todo se acaba, vamos a vivir la vida
- Hay que guardar para el futuro
Estas reacciones son los dos extremos de una gran variedad de alternativas; ya que no todos piensan en "living la vida loca" como tampoco es el pensar de la mayoría que hay que guardar para el futuro. No obstante, en la generalidad de los casos es la primera reacción (todo se acaba, vamos a vivir la vida) la que entiendo es la más común.
Y esto lo tomo, tanto de las experiencias propias, como de las que veo en el día a día. Las personas en general no piensan en el futuro en términos de que hay una realidad; en la medida en que envejecemos nos hacemos menos diestros y nuevas generaciones se van levantando.
¿Qué quiero decir con todo esto?
De manera resumida, tienes que vivir la vida sin olvidar que tienes un futuro y una muerte que te está esperando. En otras palabras, manéjate con prudencia pero a sabiendas de que solo tienes una vida en donde el dinero funciona, del otro lado, dudo que tenga valor alguno.
Lección No. 1: Ten un buen seguro médico
La primera lección financiera que quiero compartir contigo es quizás la más básica que cualquier persona pudiera imaginar. Tener un buen seguro médico.
Siendo honestos, el seguro médico lo vemos más como un gasto que como una inversión, y como tal, tratamos de adquirir el de menor cantidad monetaria posible. Sin embargo, cuando lo comparamos con las demás cosas que adquirimos, por ejemplo, carros, casas, viajes, etc; nos damos cuenta de que lo que se paga de seguro médico, respecto de esas cosas no vitales es muy mínimo; sin la trascendencia que puede tener una cobertura médica.
Claro, con esto no estoy diciendo que tienes que tener el seguro médico más costos que cubra viajes a la luna; pero la vida es frágil y en cualquier momento se nos puede presentar una situación de enfermedad inesperada. Por lo tanto, un buen seguro puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Es muy probable que conozcas de historias de personas que por no tener un buen seguro médico han tenido que pasar de un hospital con buenas prestaciones médicas a otro con niveles inferiores en términos de respuesta profesional y de equipos. Por lo tanto, dentro del marco de tus posibilidades, trata de adquirir una póliza de seguro que se ajuste a tus capacidades y que cubra el mayor nivel posible.
Lección No. 2: Ten una póliza de vida
La muerte es segura pero inesperada. Todos sabemos que tenemos un ticket pero no sabemos cuál es nuestro turno; esto trae consigo la incertidumbre de saber cuándo todo sucederá; y el golpe financiero que representa la muerte puede ser muy fuerte para quienes quedan en vida. En ese sentido, tener una póliza de vida puede ser el respiro económico para quienes te sobreviven.
Algunos dirán: "Ya yo me morí, que resuelvan ellos", lo que sucede es que, si aún no has pasado por esa experiencia, además del dolor por la pérdida, sumarle la carga financiera puede ser un gran dolor de cabeza.
En ese sentido, tener una póliza de vida es una manera de aligerar la carga económica que tendrán tus familiares para lidiar con todo el proceso burocrático relacionado a los últimos gastos.
Lección No. 3: Ten tus cuentas al día y transparentes
Todos tenemos "papeles" y queremos tenerlos en un lugar seguro. El problema está en que están tan seguros que cuando llega la muerte son inencontrables, y esto también genera un dolor de cabeza para quienes te sobreviven.
Es por esto que debes tener tus cuentas al día (no le debas nada a nadie, o al menos no tengas cuotas vencidas) y transparente (comunica a alguien de confianza en la familia de tus cuentas bancarias, títulos de posesión, etc)
Estas dos acciones son, además de útiles en momentos críticos, también son saludables, ya que mantienes al tanto a las personas claves en tu vida de tu realidad financiera y esto les permite gestionar en caso de que te llegue la muerte.
Algo importante en este punto es que sepas qué información vas a compartir y el nivel de intimidad que conlleva. Que seas transparente no quiere decir que vas a divulgar todo tu patrimonio en el principal periódico de circulación nacional; sino que vas a tener personas de confianza, a diferentes niveles, que sepan de tu realidad financiera personal.
Lección No. 4: Haz un testamento
Son pocas las personas que tienen un testamento. Y esto responde, desde mi punto de vista, a que se ha tipificado a ciertas clases sociales, a razón de sus grandes patrimonios; pero esto no es cierto. El testamento es un documento legal que esclarece tu voluntad cuando tu ticket es llamado.
Existen bufetes de abogados que se especializan en este tipo de temas, los cuales puedes utilizar a la hora de formularte esta opción. Claro, no "tienes que hacerlo" pero pudieras ponderarlo como una alternativa que de seguro eliminará muchas confusiones cuando pases al otro lado.
Asumo que conoces de casos de renombre en donde la familia, luego de varios años, plantean conflictos ante la herencia de quien muere, que puede ser un proceso sumamente doloroso para las familias.
Lección No. 5: No tengas deudas de amor
Por último, toma en cuenta que cuando nuestro ticket llega no hay vuelta atrás, y lo peor del mundo es tener una deuda de amor con ese ser querido o familiar que te sobrevive. Por lo que, dentro del marco de tus posibilidades, trata de estar al día, en temas de tus relaciones, con tus compromisos de amor.
Sé que esto no es financiero, pero aun así es importante y le costará menos a tus familiares que te sobrevivan. Cuando tenemos deudas de amor entonces es muy difícil saldarlas, porque ya no estas, y entonces hay que iniciar procesos terapéuticos que implican costos.
Por lo tanto, invierte en tu familia con tiempo de vínculo. Aquel que te pueda brindar estrechar los lazos y que cualquier situación que se presente pueda ser subsanada a tiempo. No pierdas tiempo y dinero en este tema, que seguro es mejor cuando las cosas están y quedan bien.
Conclusión
La muerte es una realidad que no podemos evitar, y con ella hay implicaciones financieras que bien puedes solventar mientras estás en vida. Lecciones que van de la mano con las decisiones que tomes y en función de aligerar cargas futuras.
Para esto hay cinco cosas que te recomiendo que tomes en cuenta:
- Ten un buen seguro médico
- Ten una póliza de vida
- Ten tus cuentas al día y transparentes
- Haz un testamento
- No tengas deudas de amor.
Si logras incorporar estas cinco recomendaciones, tendrás un mejor resultado en términos de tu gestión financiera personal. Y si entiendes que esta entrada sobre la muerte puede ser de utilidad a otras personas, compártela vía correo electrónico y redes sociales. Al mismo tiempo, te recomiendo adquirir el libro Manual de Planificación Financiera Familiar escrito por Xavier Malvehy siguiendo el link de la imagen más abajo.