En esta entrada os voy a enseñar dos materiales que utilizo yo para trabajar la lectura global en 3 años.
Me parece esencial poner en relieve en el aula situaciones reales de lectura y escritura y partir de ellas para generar en los alumnos la necesidad de leer para resolver con más facilidad dichas situaciones prácticas. De forma natural, el día en nuestra clase está lleno de estas situaciones: nuestros nombres, cuentos, notas, títulos, encabezados de trabajos, etc. Otras veces fuerzo yo esa necesidad de leer algo escrito por ellos o por otras personas. Por ejemplo, en navidad teníamos que ser capaces de leer qué niño debía abrir cada pestaña del calendario de adviento para que se pudiera comer la chocolatina o saber qué día nos iba a tocar a nosotros. O en otras ocasiones recibimos cartas sorpresa de la mascota, de los Reyes Magos,... Siempre pregunto "¿quién quiere leerla?" porque siempre pueden decir algo que creen que puede poner y cada vez van haciendo estimaciones más aproximadas al mensaje real.
Paralelamente les voy dando estrategias que les ayuden a realizar dichas estimaciones. Poco a poco vamos distinguiendo más rasgos diferenciadores dentro de las palabras que nos pueden ayudar a saber si ahí puede poner lo que buscamos: número de letras, presencia o no de letras conocidas (las de su nombre; la "o", que la detectan cuando empiezan a discriminar los círculos en el entorno; etc.).
Utilizamos mucho los nombres de los niños y niñas escritos en diferentes formatos: tarjetas para saber quién es el encargado/s, orugas para pasar lista, piedras que repartimos y con las que jugamos, conchas, listas creadas por mi o por ellos, registros, etc.)
Y también uso desde hace bastante tiempo el panel y el libro de palabras nuevas. Os los enseñé en la entrada Materiales para leer y escribir pero voy a contarlo con un poco más de detalle.
EL PANEL DE PALABRAS NUEVAS consiste en una cartulina grande en la que ponemos varias imágenes y otra en la que colocamos el nombre de lo que aparece en dichas imágenes.
Las fotos que estoy usando son las que vienen con nuestro método. Tienen por delante el nombre en minúsculas (esto sería prescindible en 3 años) y yo por detras he pegado el nombre en mayúsculas. A los lados de la palabra en minúsculas hay dos velcros pequeños.
El juego consiste en buscar de la lista de nombres el que corresponde con cada imagen y colocarlo con velcro en la parte delantera, sobre el nombre en minúsculas. Para ello pueden empezar cogiendo la imagen que quieren, diciendo oralmente qué palabra buscan y dando la vuelta a la imagen. Con la palabra escrita por detrás van a la lista de palabras y buscan la que es igual. También pueden elegir una imagen y coger directamente de la lista de palabras la que creen que corresponde con dicha imagen. Comprueban ellos mismos si está bien dando la vuelta a la imagen y comparando ambas palabras en mayúsculas.
En esa comparación entran en juego todos los rasgos diferenciadores que cada niño sea capaz de apreciar en cada palabra. Si ellos nos son capaces de verlos, le ayudan los compañeros. Yo no intervengo en decir en qué palabra pone pan o mano, y eso le da un valor añadido de cara al aprendizaje. Los propios alumnos pueden comprobar si la palabra que han cogido es la que buscaban y si fallan, siempre hay algún niño que puede ayudarles y que, al explicarle con sus palabras donde está el error o cuál es la palabra que busca, favorece que ambos desarrollen enormemenete su capacidad de análisis del lenguaje verbal
Más adelante no necesitan dar la vuelta a la tarjeta de la imagen y de la lista de palabras saben ya qué pone en cada una o donde puede o no poner lo que buscan.
Aunque depende mucho de la madurez del grupo, este material no suelo introducirlo hasta noviembre. Jugamos con 7-8 palabras y cada mes las vamos cambiando. El panel está siempre situado en la zona de la asamblea y aunque hay veces que jugamos de forma organizada entre todos, pueden acudir a él y jugar en muchos momentos del día: al entrar por la mañana, al volver del patio, cuando despiertan de la siesta, etc.
Cuando quitamos las palabras del panel para cambiarlas por otras, pasan al LIBRO DE PALABRAS NUEVAS que tenemos en la biblioteca y que normalmente empezamos a usar en enero, cuando los niños tienen las destrezas necesarias para manejarlo con soltura.
En él hay páginas de dos colores. En las de color azul van pegadas las imágenes y en las rosas, las palabras. El juego es el mismo que en el panel e igual que sucede con éste, cada mes más o menos jugamos con 7 u 8 palabras relacionadas con el tema que estamos trabajando.