Hoy vamos a inaugurar una nueva sección en el blog dedicada a las lecturas, tanto para peques como para mayores.
Hace unos días llegó a casa un ejemplar de Mi monstruo Burrufú. Como siempre hago con cualquier libro para los peques, lo leí yo primero, o mejor sería decir que lo devoré porque desde que lo tuve entre mis manos no pude parar hasta terminarlo.
En este libro, su autor Alberto Corral lo que hace es regalarnos una historia entrañable llena de valores para los más pequeños, acompañado del gran trabajo en ilustración de Alessandra Sorrentino. Desde el inicio de la historia nos enseña a superar miedos y abandonar prejuicios para obtener lo mejor del otro. Nos enseña que ser diferente no es algo negativo, que debemos ir más allá y conocer a fondo las cosas antes de crear un juicio de valor.
La amistad y aventura de sus personajes principales, Burrufú y Olivia, hacen que la lectura sea realmente amena. La seguridad y valentía de Olivia ante lo desconocido consiguen, al menos en mí como madre, reflejar lo que quiero para mis hijos.
“Pequeña, tienes que entender que si regreso, volverá a pasar lo mismo. Para ellos soy un monstruo.”
Resalto esta frase de Burrufú, porque ciertamente los adultos estamos llenos de prejuicios. Muchísimas veces sin quererlo e incluso sin darnos cuenta prejuzgamos y restamos el dar oportunidades a los demás, y entonces ahí también perdemos nosotros. Si Steve (el papá de Olivia) no hubiese conseguido apartar sus prejuicios jamás hubiese entendido la amistad de su hija con ese monstruo. Y es que ciertamente Burrufú es un ser entrañable, aunque refunfuñón al principio, amoroso y fiel después, una vez que Olivia consigue traspasar la coraza que él intenta mantener.
“Yo te quiero tal y como eres” le decía Olivia.
Sin duda alguna es un libro que recomiendo por completo, tanto para los pequeños como para nosotros los mayores, porque aseguro que nos hace pararnos a pensar y valorar un poco las cosas.
Según G, mi peque de ocho años este libro le ha enseñado dos cosas:
“Que un amigo es un amigo para siempre” y “que las apariencias engañan”.
¿Conocemos un poco de su autor?
¡Y encima es guapo!