Lecturas de junio 2018

De nuevo caen once títulos a las lecturas anuales y, por tanto, once euros más al Tarro-Libro 2018. Nueve de ellas corresponden a novelas y los otros dos títulos (relativamente acertados) se van a la pila de la divulgación científica. Hay algo de novela histórica, biografía novelada y alguna que no sé clasificar.

Nueva entrega de mis lecturas de los premios Pulitzer (7 u 8 tomos con 7 u 8 novelas cada uno como el que ves en la foto, herencia de la biblioteca de una de mis tías). Me quedan muchos títulos Pulitzer, pues, por delante. En cuanto al de este mes, El difunto George Apley es un libro escrito (en cierto modo) de forma epistolar. Digo en cierto modo porque no todo él está conformado en torno a la escritura de cartas, pero éstas son la base para crear la historia: John Apley, el hijo de George, le pide a un amigo de éste que escriba la historia de su padre y, para ello, le entrega todas la correspondencia familiar que se ha ido acumulando a través de los años, y que el narrador utilizará junto a sus propios recuerdos para contarnos la vida de George Apley. Un hombre de la alta clase bostoniana, de finales del siglo XIX y principios del XX. La novela no gustará a todo el mundo. A mí sí. Pese a que el estilo es propio del primer tercio del siglo pasado, me gusta paladearlo de vez en cuando. También he disfrutado mucho el viaje temporal a una ciudad que me encanta y una época (la decimonónica y posterior) que también me atrae mucho. Recomendado si eres un friki semiclásico o un lector todoterreno.
Una entretenida novela policíaca que se desarrolla en el Londres de la actualidad. Para pasar un buen rato. Éste es uno de mis libros Carrefour. Siempre que voy a hacer la compra, me paso por el departamento de libros a echar un ojo, y Te estoy viendo se vino conmigo, y con los tomates, la lechuga y el bote de champú, hará cosa de un mes. Me gustan los personajes, especialmente la joven policía que logra que la incluyan en la investigación del caso. Sería interesante volver a verla en otra historia. ¿Y de ésta que te cuento? Que es muy curiosa y que, de verdad, de verdad, de verdad, la resolución final te va a sorprender. Aunque la autora tarda bastante en darnos una pista de la sorpresa final, cuando lo hizo me lo olí. A pesar de ello, te sorprende.
¡Qué monada de libro! Me hice con él hace muchísimo tiempo en una oferta Kindle y lo tenía almacenado en el lector, no porque no me apeteciera leerlo, sino porque era uno de los libros marcados como "Me va a encantar" y que reservo y reservo y reservo (como ya me pasó con Monasterio). Este mes me dije: "Es el momento", y lo ha sido. No me equivoqué (a veces falló, es verdad, pero no suelo hacerlo con los libros que me reservo). Criadas y señoras es un libro duro que refleja una época difícil para los norteamericanos de color en ciertas partes de EE. UU., pero también es tierno y tiene sus momentos de humor. Es, además, la historia de una lucha por salirse del rebaño y de autoafirmación personal. Criadas y señoras es una novela muy recomendable para quienes gustan de historias tiernas (aun en la dureza) y del triunfo del bien sobre el mal.
¡Qué novela tan buena! ¡Qué gran escritora! ¡Cómo me ha gustado! y eso pese al mal rollo psicológico que te deja. Es una historia en la que no puedes dejar de preguntarle al protagonista: "¿Pero por qué haces esto? ¿Eres idiota o qué?", es decir, la autora está jugando contigo y se lo está pasando bomba. Crímenes imaginarios es una novela que, en cierto modo, remite a las historias de la Golden Age, aunque con un aspecto psicológico muy marcado que no se daba tanto en aquella época. Se desarrolla en un ambiente muy British, con lo cual a mí ya sólo por eso me ha gustado, y tiene un final buenísimo, aunque... yo le habría dado una vuelta de tuerca más y me habría quedado con el lector. No es que Patricia Highsmith no lo haga, pero con ese último giro que pensé para la historia cuando alcancé el final, creo que la cosa habría sido aún más impactante. El único pero que le pongo (y quizá se deba a la traducción) es que a veces las partes narrativas y descriptivas cojean. Si te gusta la novela policíaca, lo British y te va, además, el suspense psicológico, esta historia te encantará.
Éste es uno de los libros que integran la primera temporada de Mi expediente favorito. El personaje tiene miga y la época, finales del siglo XIX, me encanta (ya te lo dije un poco más arriba), pero no me parece que el libro esté bien escrito. Tiene algún acierto, pero en general he ido notando cierta pereza mental por parte del autor, como si quisiera quitarse de encima la historia cuanto antes. Es una pena, porque H. H. Holmes y su hotel de los horrores son dos personajes (sí, el hotel también lo es) que podrían haber dado para una novela (o biografía novelada) genial. Eso sí, lo que se cuenta al final, algo que al parecer sucedió tras su muerte, es de esas cosas que un escritor se apunta por si acaso... Creo que si estuviera en otro momento de mi vida y tuviera ánimo para escribir una historia de suspense paranormal, al estilo de Malvados, saldría algo chulo. Por cierto que en Vidas Asesinas hicimos un programa especial sobre este personaje que puedes escuchar aquí.
A lo largo de mi vida, he leído muchísima divulgación científica, sobre todo relacionada con la física y la astronomía (aunque no sólo). Brevísima historia del tiempo era un libro que tenía pendiente desde hace..., sí, tiempo J. Supongo que se trata de una adaptación de Historia del tiempo, aunque no podría asegurarlo. El libro no está mal, pero los he leído bastante mejores.
¡Genial! Qué novela tan buena. Ya sabes de mi debilidad por P. D. James (aunque he de reconocer que ha habido títulos que no me han entusiasmado demasiado), pero éste y Sangre inocente, del que ya te hablé aquí, en el apartado correspondiente a febrero, son dos de los que deberían estar entre tus lecturas si te gusta la buena novela policíaca, no sólo por el género en sí, sino por el autor. Si buscas un escritor de policíaca cuya narración sea deliciosa, lee a P. D. James. La calavera bajo la piel sigue los pasos clásicos del género, es muy British, el escenario en el que la escritora la presenta es sugerente y atractivísimo; los personajes, magníficamente construidos; el misterio, al estilo cozy, sorprende y satisface (desde el punto de vista intelectual), pero te deja un poso de amargura... Da la impresión de que P. D. James dudaba, en el fondo de su corazón, sobre la creencia de que el bien siempre acaba triunfando y que las víctimas al fin encuentran justicia. Novelas como La calavera bajo la piel dejan ese interrogante abierto y provocan ese regusto amargo del que te hablaba, pero, aun así, ¡muy recomendable!
Tenía bastantes ganas de volver a leer las ingeniosas aventuras de Jeeves y su amo, así que decidí empezar por el primero. El recuerdo que guardaba era dulce, pero para ser franca esta vez el genial Jeeves no me está resultando tan divertido. ¿Será que me voy haciendo mayor? Aun así, la novela es recomendable y pienso seguir con la lectura de la serie. ¿Por qué -te preguntarás-, si esta vez no te está gustando tanto? No lo sé, pero igual es una forma inconsciente de recuperar la juventud sin tener que vender mi alma al diablo y condenar a una de mis fotografías a ir envejeciendo por mí 😉

El hombre de la litera nº 10, de Mary Roberts Rinehart

Me anoté este libro después de leer una reseña sobre él en el genial blog de Leer sin prisa, que te recomiendo encarecidamente si te gusta la novela policíaca. La reseña enlazada te dará mucha información sobre la novela. Por la foto que sube en su blog, la edición de mi novela creo que es casi la misma que la de Marta (quizá un poco anterior o posterior), aunque he elegido otra para que acompaña estas líneas. Es un libro descatalogado que encontré a través de Iberlibro. Una novela propia del tiempo en el que fue escrita, que me deja un regusto agradable (aunque no la recomiendo si lo tuyo es va por lo policíaco/negro actual) y con muchas ganas de hincarle el diente a La escalera de caracol.
Un poco decepcionante, la verdad, y que conste que no es por el contenido, llego de interesantes datos científicos y anécdotas curiosas, ni debido a fallos narrativos, sino de estructura. El señor Punset debe de ser uno de los hombres más cultivados de España, pero no se puede meter en un libro todo lo que uno lleva en la cabeza, sobre todo si así lo único que se consigue es perder al lector. Compré hace tiempo Viaje al poder de la mente porque estoy muy interesada en neurociencia, pero he salido de su lectura casi con la misma ignorancia con la que entré. Punset se va por las ramas (supongo que en su cabeza están muy bien hiladas) y a ti te deja con un ¿Einnnn? colgado de la tuya. Disfrutas la lectura, porque el libro está bien escrito y cuenta cosas muy interesantes, pero salvo por que te llevas algunos descubrimientos científicos curiosos y algunas anécdotas, te vas bastante vacío. ¡Qué pena, con lo que me gustaba este hombre y su programa Redes! Creo que no repetiré con él.
Un título heredado de la biblioteca de mi madre (¡Ay, mamá, cuánto te gustaban estos libros históricos!) al que tenía echado un ojo desde hace tiempo. Lo he disfrutado. Amalia Gómez es profesora de historia, así que se nota que se mueve en un ámbito que conoce. Presenta la figura de Urraca de una forma muy amable. ¿Fue de verdad así el personaje histórico? No lo sé, pero te deja con muy buen sabor de boca y al final, (¡atención, spoiler!) cuando muere, 😀 te quedas un poco pluf, como si hubieras perdido a alguien a quien has tomado afecto. Urraca, señora de Zamora es una novela histórica pausada, pero que logra mantener el interés porque narra de forma amena unos hechos que todos conocemos y reconstruye la figura de un personaje histórico de manera muy atractiva.

Y esto es todo lo que ha dado de sí el mes en cuanto a lecturas se refiere. Si me pides alguna recomendación especial sobre ellas, resalto estas tres: Criadas y señoras, Crímenes imaginarios y La calavera bajo la piel.

El mes que viene, más. Te espero entonces 🙂

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