A mí la verdad es que no me gusta demasiado el verano. De 7 a 10 de la mañana lo puedo soportar, pero después la batalla la tengo perdida.
Todos los años intento coger un poco de color, en plan ” leo un rato al sol y así mato dos pájaros de un tiro” y voy a la piscina con todo el equipo -cremita protectora cada 2 horas, gafas de sol, libro, mucha agua, audiolibro porque tanto sol no me deja leer, etc.- y me dedico a agobiarme de calor, a sudar y a intentar que el tiempo pase algo más rápido, primero con el libro y luego con el audiolibro, y nada; sale Mork un solo día con la bici y ya está más moreno que yo, que he ido toda la semana. Eso si no me he quemado.
Total, que al final me quedo en casa, fresquita a la par que nívea. Está claro que no se puede tener todo en esta vida. También aprovecho a salir a pasear a primera hora de la mañana, paso algunos días en mi pueblo (todas las fotos de esta entrada son de allí) y leo y estudio mucho, que no me creeréis, pero es lo que más me apetece hacer en verano, porque soporto fatal el calor. Soy un alma nórdica encerrada en un país mediterráneo (y gracias que vivo en el norte).
No suelo dedicar el verano a lecturas que tenga programadas de antemano, aunque intento leer alguno de los tochos pendientes que pululan por la estantería, que parece que me apetecen más; pero este verano es un poco diferente porque… ¡Se acerca el examen de inglés! Este año sí que me voy a planificar para leer lo más posible en inglés. Tenemos que leer dos libros fijos para el examen, El señor de las moscas y El faro (P.D. James), y ahora resulta que como son obligatorios, pues no me apetecen. ¡¡Como en el colegio!!
mi pueblo, cuando empieza a anochecerAdemás de las lecturas, he empezado con los audiolibros, que ya sabéis que los considero ideales para amenizar los paseos y, sobre todo, las tareas domésticas. Aún no estoy capacitada para entender el lenguaje literario narrado en la lengua de la Gran Bretaña, pero estoy escuchando libros que ya he leído hace tiempo en español, así que de momento me va bastante bien porque aunque me pierda algunas cosas, sé qué es lo que está pasando. Seguiré con este método hasta que me anime a escuchar desde cero. Hace un par de días terminé Forastera, de Diana Gabaldón (me apetecía volver a conocer a Jamie Fraser, jeje, que parece que el próximo año vamos a tener serie de TV) y planeo escuchar El pasaje, de Justin Cronin, aprovechando que la segunda parte saldrá después del verano. Para más adelante no tengo nada pensado; iré escogiendo según me apetezca. Eso sí: no voy a contarlos para el reto de leer in English porque el reto es leer, no escuchar, y claramente lo que quería conseguir con él era practicar el reading (¡y disfrutar!).
En cuanto al blog, ya sabéis que no tiene vacaciones, aunque es posible que tarde más en reseñar por tardar más en leer los libros en inglés, pero de todas maneras, sigo estando por aquí.
Así que ya veis; este año estoy planificando un poco las lecturas de cara a mis responsabilidades académicas. Pero, si no contamos esos dos puñeteros libros obligatorios, ya sabéis que sarna con gusto…
Sale la luna llena en la noche de San Juan¡Espero que tengáis un verano estupendo!