Leer Branding determina los modos de lectura, la interpretación y el descifrado de los sistemas de códigos o mensajes propuestos para el usuario hacia la consecución rentable de los productos y servicios de la entidad promotora.
Todo ello, forma parte de una práctica corporativa, en la cual, se vincula el valor emocional que sostiene y es cimiento del valor funcional deseado.
Pero, dicha relación no se hace efectiva sin tener en cuenta, tanto la actitud de recepción, como en su mayor parte, la dimensión perceptiva subyacente al individuo, o la diversidad de puntos de vista que se generan alrededor del producto difundido.
Por ello, no se obtiene un control real del proceso, el proceso es abierto, ya que cada lectura, presupone todo un trabajo imaginario que pone en concordancia un sin fin de creencias propias del individuo, así como también, requiere una condición previa que responde a una labor ficcional o hipotética, construida por la empresa para el usuario que va a adquirir o participar de ese producto.
Esto es, el Branding muestra sus lenguajes sabiendo ficcionalizar o crear un universo, un mundo posible, o una historia en torno a su mercadería, tal proposición es acompañada de lecturas que dan fruto a su construcción y tal construcción se hace desde la perspectiva de una ubicación en el espacio.
Este lugar, es un espacio creativo y dispuesto por el Branding para la representación de su valor funcional, ofreciendo de forma interactiva, la historia con el usuario, es decir, la experiencia social otorgada por dicho reflujo.