- El vino de la soledad, de Irène Némirovsky: la historia de una muchacha que debe marcharse de su país a raíz de la Revolución rusa. Su vida está marcada por las desavenencias con su madre, por eso el deseo de cumplir la mayoría de edad tiene un significado muy importante para ella. Es la obra más autobiográfica de la autora.
- La muerte del corazón, de Elizabeth Bowen: una adolescente acaba de quedarse huérfana y empieza a vivir con su hermanastro y la esposa de este, a los que apenas conoce. La joven descubre un ambiente superficial muy alejado del mundo en el que se movía hasta entonces.
- Matar un ruiseñor, de Harper Lee: la protagonista de este clásico inolvidable es una niña valiente que, a través de un caso judicial que debe defender su padre, toma conciencia de lo que suponen los prejuicios y la discriminación por el color de piel.
- Butcher's Crossing, de John Williams: un chico abandona la universidad porque necesita dar un giro a su vida. Se marcha de caza junto a unos hombres curtidos y lo que sucede durante el viaje lo convierte en otra persona.
- Nada, de Carmen Laforet: una chica llega a Barcelona para estudiar y se aloja en casa de unos familiares. El ambiente asfixiante del hogar choca con las experiencias de la joven en la universidad y, en particular, con una compañera de clase que enseguida la sorprende.
- Aloma, de Mercè Rodoreda: el acercamiento entre Aloma, una joven huérfana que nunca ha mantenido una relación estrecha con la familia, y un pariente lejano que regresa a la ciudad. La diferencia de edad entre ambos no se convierte en un impedimento; no obstante, más que por esta trama, el valor de la novela reside en el brillante ejercicio de introspección que realiza la autora.
- Buenos días, tristeza, de Françoise Sagan: una adolescente no ve con buenos ojos a la nueva novia de su padre, una mujer joven que podría hacer peligrar la buena relación que ha mantenido siempre con su progenitor. La novela, de estilo introspectivo, ahonda en la compleja psicología de la protagonista de una forma fascinante.
- Flores de febrero, de Fan Wu: una joven china que nunca ha salido de su pueblo empieza a ir a la universidad, donde conoce a una estudiante bastante enigmática. El carácter retraído e idealista de la protagonista contrasta con la personalidad atrevida de su nueva amiga, que no tardará en influenciarla.
- La amiga estupenda, de Elena Ferrante: la niñez y la adolescencia de dos chicas de un barrio humilde de Nápoles en los años cincuenta. En relación con el tema que nos ocupa, es especialmente interesante ver cómo ambas pasan por las mismas fases con ritmos diferentes.
- Un árbol crece en Brooklyn, de Betty Smith: la tierna historia de una familia de pocos recursos, protagonizada por una niña que adora la lectura y espera labrarse un buen futuro mientras su madre barre escaleras. Se conoce en detalle toda la evolución de la protagonista hasta que llega a la adolescencia y comienza a trabajar.
- La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón: todos conocemos este best-seller por su ambiente cautivador, su amor por la literatura y su adictivo misterio, pero en su trasfondo es también una historia de iniciación, la del joven Daniel, que desde que descubre lo que hay detrás de un libro no vuelve a ser el mismo.
- El último refugio, de Tracy Chevalier: una chica cuáquera viaja a Estados Unidos en el siglo XIX acompañada de su hermana, que se va a casar. Sin embargo, las cosas se tuercen y la protagonista termina sola en un país desconocido; debe aprender a salir adelante, a dejar de huir.
- Un destino por descubrir, de Clare Vanderpool: en la época de la Gran Depresión, una niña debe pasar el verano en un pueblo que en apariencia parece aburrido. No obstante, pronto descubre que la historia de la localidad esconde sucesos importantes, como unos relacionados con su padre y la Primera Guerra Mundial.
- Entre extraños, de Jo Walton: una adolescente empieza una nueva vida después de pasar por una experiencia traumática por culpa de los hechizos de su madre. Ahora vive en un internado y se refugia en los libros de fantasía y ciencia ficción para calmar el dolor. La novela rinde homenaje a este género y derrocha una sensbilidad muy bien trabajada.
- Nada, de Janne Teller: el relato de un niño que decide subirse a un árbol porque no le ve sentido a la vida. Sus amigos empiezan a traerle objetos y poco a poco la historia se hace más grande, hasta llegar a un desenlace estremecedor que marca profundamente a todos los involucrados.
- En el camino de Jellicoe, de Melina Marchetta: la protagonista de esta novela es una chica que ha pasado casi toda su vida en una casa para niños huérfanos o con padres que no pueden hacerse cargo de ellos. Sin embargo, ella nunca ha dejado de pensar en sus progenitores, por eso emprende una búsqueda para encontrar las respuestas que tanto necesita.
La imagen principal corresponde al cartel de la adaptación teatral de Aloma, a cargo de Dagoll Dagom.