Ahora sí. La lista de las lecturas que pienso hacer durante mis vacaciones estivales. No ha sido una elección consciente, pero me he dado cuenta de que las cuatro novelas han sido escritas por mujeres. Alguna razón habrá. Nada es casual.
El insólito peregrinaje de Harold Fry, de Rachel Joyce. La palabra insólito está muy manida, pero sigue llamándome la a atención. Asociar zapatos y peregrinaje en una cubierta, me parece una idea excelente, ya que resulta muy evocador y por la reiteración, refuerza la idea que pretende transmitir.
La Reina de la Remolacha, de Louise Erdrich. Me llamaron la atención tanto la imagen de la cubierta: una representación poderosa de una mujer atractiva que parece ser de armas tomar (una reina), como la palabra remolacha, la cual me resulta inusual.
Madame Proust y la cocina kosher, de Kate Taylor. La cubierta no es que me guste demasiado. Lo que me atrajo fue Proust (está por ver si hay alguna relación) y cocina koscher. No porque yo sea una aficionada a la cocina exótica, sino por la relación de los elementos.
La chica zombie, de mi amiga Laura Fernández, una voz peculiar de la narrativa española actual, que ya debió sorprender a quienes leyeron su novela anterior: Wendolyn Kramer. Cualquier libro suyo es una lectura obligatoria porque no se parece en nada a lo que puedes encontrar en una librería.
¿Qué vais a leer vosotros?