- Carlos, Paula y compañía, de Fernando Alcalá: una comedia romántica made in Spain narrada desde el punto de vista del chico. Muy entretenida y divertida.
- Tu vivo retrato, de Isabel Wolff (publicado recientemente en edición de bolsillo): una novela de chick-lit superior, tremendamente adictiva, optimista y sugestiva.
- La otra mecanógrafa, de Suzanne Rindell: una historia de intriga psicológica ambientada en Nueva York en los años veinte. Me atrapó desde la primera página.
- La verdad de la señorita Harriet, de Jane Harris: un thriller psicológico en plena época victoriana. Me encantó la voz de la narradora, nada convencional.
- La vida cuando era nuestra, de Marian Izaguirre: una hermosa historia de amistad y un homenaje a la lectura que recorre diversos escenarios de la Europa de principios del siglo XX. Uno de los libros del año.
- Hojas de dedalera, de Victoria Álvarez: romance paranormal e intrigas familiares en la época victoriana. Sin duda, un cóctel explosivo.
- Entre extraños, de Jo Walton: una novela iniciática de género fantástico, narrada en forma de diario y con mucho amor por los libros. Encantadora.
- Las huellas de la vida, de Tracy Chevalier: la historia de dos buscadoras de fósiles en el siglo XIX, narrada con la elegancia y la sensibilidad características de esta autora. Es el título menos trepidante de la lista, pensado para aquellos lectores que busquen una lectura más pausada.
- Los capullos no regalan flores, de Moderna de pueblo: un divertido cómic sobre las relaciones de pareja entre la juventud actual. Perfecto para quienes busquen algo ligero.