Revista Cultura y Ocio

Leer como reto

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Leer como reto

Imagen: liveinternet.ru

     "Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho dieciséis."
     Canción popular
     Muchas veces me habréis leído comentarios en los post que hablan de retos decir que no me apunto porque no sería capaz de disfrutarlos. Hoy, supongamos que sí, que me apunto a unos cuantos y me leo un libro... Tal y como yo lo veo, la cosa sería más o menos así:
     Veamos, si me he leído el último libro de Antonio Muñoz Molina, "Como la sombra que se va", eso significa que llevo... 3 libros de autores españoles, uno que comienza por M o por A no tengo claro si va a ser por nombre o por apellido. Mejor por apellido, sí, que luego con los japoneses puedo rellenar las letras difíciles (nota mental: y los autores que tienen una inicial en el apellido.... ¿cuenta esa inicial antes del apellido completo o la del completo?). El libro pesa...y si lo sumo a lo que ya he leído, llevo cuarto y mitad de literatura clase A (me suena a ternera) frente al kilo docientos de carne de best seller (no diré a lo que suena) que tengo que remediar. Más cosas: el libro es blanco; mira que es sencillo leer libros blancos y gracias a San Anagrama del Color Compacto voy a cubrir otros colores. La temática... este lo encajo en drama, sí... o en no ficción ficcionada (¿eso existe? porque si no existe siempre puedo inventarme yo ese reto). Habla de Lisboa... ciudades... no me suena, ¿capitales tal vez? no, no, ¡países! Tengo seguro anotado uno que es de países... y otro que es número de palabras leídas. La verdad, a ese me apunté porque me pareció gracioso, pero tiene muy poca gracia cuando llevas contadas 12317 palabras y aún no has llegado ni a la tercera parte del libro. Porque no sé si lo sabéis, pero los libros en papel no traen un cuenta palabras... muy mal, por cierto. Lo puedo encajar en novedades, porque hace menos de seis meses que se vende y también lo puedo colocar en.... en.... tengo que poder colocarlo en otro sitios. Voy a mirar otra vez la lista de retos...
Ah, sí, tengo uno que dice que si el libro es terrible tengo que poner un ladrillo, para ver lo alto que sube el muro. Y, la verdad, cuando los señores de la obra de al lado de casa ya saben mi nombre, creo que debo de empezar a elegir mejor los títulos... o a robar ladrillos en otra parte. Aunque visto el lado bueno, si hay un ataque de zombis, al paso que voy puedo tener tapiadas un par de ventanas (nota mental: leer menos libros de zombis). También tengo que apuntar dos palabras de cada libro cuyo significado desconociera cuando empecé a leerlos para hacerme un diccionario propio. Tiene narices, de verdad, no sé quién me mandaría apuntarme a ese reto si todo el mundo sabe que cuando uno no conoce una palabra por el contexto la adivina (vamos, que no nos damos ni cuenta muchas veces). Y el último que tengo es No hay libro sin reseña... bueno... este luego lo completo, cuando termine de poner crucecitas en los retos y lo tenga colocado me siento y la hago. O no, porque al paso que tardo no me va a dar tiempo a terminar ninguno. Ahora que lo digo... ¿todavía no he terminado ninguno? Pero si ya estamos terminando enero y me he apuntado a doce retos doce caus... ah, no, sólo doce retos, lo de las doce causas es nosequé de la tele. Pero aún así, si me he apuntado a doce retos eso viene a ser uno al mes. ¿Y está terminando enero y aún no finalicé ninguno? No puede ser, no me va a dar tiempo. Venga, otro libro... o mejor no, mejor repaso los anteriores que seguro que puedo encajarlos en alguna cosa más... o no, no, otro libro... ¡otra cruz! Porque llega febrero y no me da tiempo, ni sé la temática que toca: ah, sí, toca LOCURA.
     Antes de terminar quiero decir que lo que expreso en este post no es más que un producto de lo que me sucedería a mi. He sacado un poco de sentido del humor y he decidido buscar la sonrisa sin ofender a nadie. Ahora ya sabéis por qué jamás me apunto a retos. Sé que me impediría disfrutar de ese maravilloso momento de relax que supone para mi abrir un libro.Y precisamente por eso, admiro a quienes son capaces de llevar un registro ordenado de ellos, anotar los libros, y además difrutarlos. No sólo eso, sino que encima muchos son capaces de terminar esos retos. De verdad, me quito el sombrero. También sé que a muchos os ayuda a organizaros, a quitar libros pendientes, a leer un poquito más... personalmente a mi me sirven para apuntarme libros que os veo leyendo y me gustan. Y ya cuando os metéis en un mes temático, como el tema sea afín a mis gustos estoy perdida, porque sois capaces de alargar mis listas de libros por leer en apenas unos días, hasta cotas insospechadas.
     Leer es disfrutar, cada uno a su modo. Yo voy saltando y cuando veo algo que me gusta no hay lista que lo pare. Decido por momentos, por situaciones, por impulsos y eso no hay orden que lo domine. Y vosotros, ¿sois fieles al orden de vuestros planes de lectura (si es que tenéis)?
     Gracias

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