Laura Antillano
Con el lema “Leer el país” se lanza este año la Feria del Libro de Caracas, organizada y promovida por Fundarte, entidad cultural de la Alcaldía de Libertador.
Los homenajeados este año serán César Rengifo y Juan Liscano, dramaturgo y artista plástico el primero, poeta e investigador cultural el segundo, ambos ampliamente conocidos en la historia del país correspondiente al siglo XX, y de ambos se cumplen 100 años de su nacimiento. Bajo su ala se llevarán a cabo una serie de actividades que, como de costumbre, incluyen todo tipo de público, o mejor dicho, público de muchas edades y estratos, interesados en la trama cultural.
Uno de los asuntos más llamativos es el del recorrido por las revistas culturales que han hecho historia en Venezuela (sobre todo las del interior del país), y que es programado por el equipo del poeta Freddy Ñáñez, del editor Kelvin Malavé, y de todos sus seguidores, incluido el escritor Antonio Trujillo, director de la Revista Nacional de Cultura, quien lleva la batuta en estas invenciones.
La idea del enunciado “Leer el país” revisa la posibilidad de escoger autores de cada región acerca de los cuales se hablará recordando sus obras y tomándolas como paradigmas de los lugares desde donde escribieron: Andrés Bello en Caracas, Ramos Sucre y Andrés Eloy Blanco en Cumaná, Gustavo Pereira en Oriente, José Rafael Pocaterra en Carabobo o Ana Enriqueta Terán en Trujillo. Gente de todo el país se moviliza a la Feria para ese recuento en homenaje, lo cual implica una lectura desde la escritura de quienes han establecido un nexo real con sus espacios territoriales nativos.
Entre las novedades en esta Feria hay dos piezas de César Rengifo: Volcanes sobre el Mapocho y Una medalla para las conejitas; de Luis Britto García, Me río del mundo; y por supuesto veremos los libros ganadores del Premio Nacional de Literatura Stefania Mosca 2014, como es costumbre en ese certamen.
La verdad, nos entusiasma saber de 100 editoriales que expondrán su producción en el parque Los Caobos y todo lo que conlleva la Feria, donde la música y los eventos escénicos sirven de marco para foros y encuentros de diálogo sano sobre asuntos que nos interesan.
Siempre hay novedades, gente por conocer, momentos agradables entre amigos, y se anuncia trasladar la Librería-Café El Techo de la Ballena a los espacios de la Feria, lo cual será una agradable curiosidad.
Los poetas harán su romería, los cuentacuentos definirán nuevas historias, la danza y la música pondrán su parte y en ese espacio cálido nos reencontraremos en términos fraternos con nuestros semejantes.