Magazine
Título: Legado
Autor: Christopher Paolini
Editorial: Roca Editorial
Número de páginas: 816
ISBN: 9788499183398
Precio: 24 €
Puntuación: 9
El Ciclo del Legado: 1. Eragon2. Eldest3. Brisingr4. Legado
Sinopsis:
El jinete de Dragón cabalga de nuevo. El legado llega a su fin, pero la leyenda nunca muere. Cuarta y última entrega de la serie de fantasía juvenil más vendida de la última década.
Opinión personal:
Como ya sabréis por mis reseñas de los libros anteriores de esta saga, El ciclo del Legado es una saga de fantasía que me ha maravillado como pocas saben ya hacerlo y que me he devorado los últimos tomos con muchas ansias. Hoy os traigo la última parte: Legado, con la que Christopher Paolini nos despide definitivamente del mundo de Alagäesia. Leí el libro hace unos cuantos meses, pero había otras reseñas más urgentes así que he tenido que darle algún repaso para escribir la reseña.
Primero, voy a hablar del ritmo del libro en general: la acción es muy abundante, las batallas son trepidantes y mantienen al lector pegado a las páginas e, incluso, el autor se ha guardado algunos secretos en la manga con los que nos sorprende en esta última parte. El ritmo es incluso más ameno que el de los tomos anteriores (o tal vez haya sido yo, que tenía muchas ansias de leer ya este libro y me pareció que se pasaba volando). Sobre todo, lo que me ha gustado mucho de este libro es que podemos presenciar el asalto a ciudades del Imperio por parte de los rebeldes, los cuáles aún tienen territorios que conquistar antes de dirigirse a Uru´Baen para enfrentarse a Galbatorix.
Siguen estando presentes las descripciones profundas que hacen falta para este tipo de libros pero que no resultan pesadas, sino que ayudan al lector a imaginarse mejor el mundo de Eragon. La trama se vuelve profunda y podemos ver una Alagäesia tan fantástica como siempre pero, ahora, además marcada por los horrores de la guerra. Paolini consigue hacer muy real la forma de vida en los tiempos de guerra, la cuál nos muestra toda la crueldad y la devastación por parte de ambos bandos.
Además, incluso contaremos con más viajes en este tomo: lugares nuevos y misteriosos que el lector todavía no conoce y que nos deparan muchos secretos, y lugares a los que ya fuimos una vez pero a los que ahora toca volver.
Yendo al tema de los personajes: en Eragon y Saphira ya vimos una patente evolución en los libros anteriores, que continúa en este último. Ambos se han convertido en unos guerreros formidables y, sobre todo, han afrontado su destino de enfrentarse a Galbatorix. En Legado serán los propios personajes los que se conozcan mejor a sí mismos, que ganen seguridad, confianza, y se vuelvan más sabios.
Por otra parte tenemos a Nasuada, la líder de los Vardenos. La hemos visto enfrentarse a situaciones extremas y liderar todo un ejército, la hemos visto conseguir alianzas imposibles y lograr la paz entre razas que llevaban años en guerra. Ahora conocemos una nueva faceta suya: su lado dulce, el lado que tiene miedo y que la hace humana y que nos recuerda que a pesar de su enorme fortaleza, no deja de ser una muchacha. Y, por último, profundizaremos mucho más en el mundo interior de Murtagh, ese personaje que primero amamos, luego odiamos y, ahora, entendemos. La historia de este personaje me ha encantado, sobre todo porque también nos ha mostrado su parte más humana.
La batalla del final, sin desvelaros nada, me ha parecido a la altura de las expectativas que me había forjado sobre ella. Si bien no ha durado tanto como me gustaría, tampoco ha sido excesivamente larga. En Legado por fin nos encontramos con el antagonista de la historia: Galbatorix, ese de quien llevamos oyendo hablar desde tanto tiempo pero que todavía no habíamos leído. Y la verdad es que es un personaje que, a pesar de su corta aparición, hace honor a todas las historias que se cuentan sobre él. Con un par de diálogos consigue que el lector se pare a pensar y a replantearse quién de los dos bandos tiene razón. Un antagonista muy a la altura de la imaginación de Christopher Paolini.
Después de la batalla final aún contamos con unas 100 páginas en las que, aunque ya no hay acción y todos los secretos se han destapado, sirven para aclararnos algunas dudas y contarnos el final de todos nuestros personajes (o, al menos, la mayoría).
El libro sólo tiene algunas pegas, que son por las cuáles no le he puesto el 10: se quedan bastantes dudas sin resolver acerca de algunos personajes secundarios e incluso de la propia Alagäesia. Y, algo que me ha fastidiado muchísimo, ha sido la traducción de este libro. Aparte de que hay bastantes confusiones de nombres, (por ejemplo, muchas veces estamos hablando de Eragon y en vez de poner ese nombre se confunden y ponen Roran, o cualquier otro, lo que es un lío de cuidado), he de resaltar a Espina, el dragón de Murtagh: durante la primera mitad del libro se empieza a llamar Thorn sin ningún motivo, y durante la segunda mitad vuelve a llamarse Espina, como se ha llamado siempre.
Y la última pega que le pongo es lo relacionado con el dragón verde de la portada: cuando llegué a la última mitad me lo veía venir, y es un cliché que no me ha gustado nada y que el autor podría haberse ahorrado.
SPOILER:
Eso de que Arya se convierta en Jinete de dragón, así por las buenas, sin ninguna explicación me pareció demasiado típico y demasiado forzado, no pegaba para nada. Por otra parte, lo de que su dragón fuera el compañero perfecto para Saphira me pareció ya demasiado, muy típico comparado con el resto de la originalidad de la historia. Y, eso de que en su despedida no se den ni un maldito beso (igual que Murtagh y Nasuada, otros que tela) me pareció demasiado cruel, en serio, cuatro libros ¿y ni un maldito beso?
FIN DEL SPOILER.
Resumiendo: Legado me ha parecido un final espectacular para esta maravillosa saga, con un montón de acción, un ritmo que no decae en ningún momento e incluso un par de secretos que aún conseguirán sorprendernos. Aún así, no deja de tener algunos fallos como demasiadas preguntas que se dejan sin contestar u otras cosas relacionadas con algunos personajes que me han parecido que sobraban.