Aparte de la costumbre tan asentada en la prensa española de repetir nombres propios en titular y subtítulo, hay otro detalle a corregir en este texto. Lehendakari -castellanizado como lendakari- es una palabra euskera usada para designar al presidente del Gobierno vasco. Por ello, escribir "lehendakari vasco" es algo repetitivo, equivalente a decir, presidente del Gobierno vasco vasco. La repetición analizada tiene una solución muy sencilla: Pudo ser lehendakari tras las elecciones vascas de 1986. Así se matan dos pájaros de un tiro: se suprime el epíteto que sigue a "lehendakari" y, para quienes quieran dejar todo muy claro, se especifica que los comicios aludidos fueron los celebrados en el País Vasco ese año. Vamos a poner un ejemplo similar. En la República de Irlanda, el primer ministro también puede ser conocido por la palabra gaélica Taoiseach. Si nos referimos a quien ocupe ese cargo, podremos decir Taoiseach, primer ministro irlandés, jefe del Gobierno irlandés o cualquier otra denominación válida, pero nunca Taoiseach irlandés. Taoiseach sólo hay uno, como sólo hay un lehendakari, y este último es el inquilino del palacio de Ajuria Enea. En cambio, hay muchos que responden al nombre de primer ministro: irlandés, británico, francés, portugués, danés... De ahí la obligación de especificar de dónde proviene ese primer ministro. Algo innecesario para el lehendakari.
Revista Política
Ayer falleció Txiki Benegas, histórico dirigente socialista vasco. En eldiario.es lo homenajean con columnas de opinión como esta:
Aparte de la costumbre tan asentada en la prensa española de repetir nombres propios en titular y subtítulo, hay otro detalle a corregir en este texto. Lehendakari -castellanizado como lendakari- es una palabra euskera usada para designar al presidente del Gobierno vasco. Por ello, escribir "lehendakari vasco" es algo repetitivo, equivalente a decir, presidente del Gobierno vasco vasco. La repetición analizada tiene una solución muy sencilla: Pudo ser lehendakari tras las elecciones vascas de 1986. Así se matan dos pájaros de un tiro: se suprime el epíteto que sigue a "lehendakari" y, para quienes quieran dejar todo muy claro, se especifica que los comicios aludidos fueron los celebrados en el País Vasco ese año. Vamos a poner un ejemplo similar. En la República de Irlanda, el primer ministro también puede ser conocido por la palabra gaélica Taoiseach. Si nos referimos a quien ocupe ese cargo, podremos decir Taoiseach, primer ministro irlandés, jefe del Gobierno irlandés o cualquier otra denominación válida, pero nunca Taoiseach irlandés. Taoiseach sólo hay uno, como sólo hay un lehendakari, y este último es el inquilino del palacio de Ajuria Enea. En cambio, hay muchos que responden al nombre de primer ministro: irlandés, británico, francés, portugués, danés... De ahí la obligación de especificar de dónde proviene ese primer ministro. Algo innecesario para el lehendakari.
Aparte de la costumbre tan asentada en la prensa española de repetir nombres propios en titular y subtítulo, hay otro detalle a corregir en este texto. Lehendakari -castellanizado como lendakari- es una palabra euskera usada para designar al presidente del Gobierno vasco. Por ello, escribir "lehendakari vasco" es algo repetitivo, equivalente a decir, presidente del Gobierno vasco vasco. La repetición analizada tiene una solución muy sencilla: Pudo ser lehendakari tras las elecciones vascas de 1986. Así se matan dos pájaros de un tiro: se suprime el epíteto que sigue a "lehendakari" y, para quienes quieran dejar todo muy claro, se especifica que los comicios aludidos fueron los celebrados en el País Vasco ese año. Vamos a poner un ejemplo similar. En la República de Irlanda, el primer ministro también puede ser conocido por la palabra gaélica Taoiseach. Si nos referimos a quien ocupe ese cargo, podremos decir Taoiseach, primer ministro irlandés, jefe del Gobierno irlandés o cualquier otra denominación válida, pero nunca Taoiseach irlandés. Taoiseach sólo hay uno, como sólo hay un lehendakari, y este último es el inquilino del palacio de Ajuria Enea. En cambio, hay muchos que responden al nombre de primer ministro: irlandés, británico, francés, portugués, danés... De ahí la obligación de especificar de dónde proviene ese primer ministro. Algo innecesario para el lehendakari.
