La maldición de Chalion ha estado a punto de convertirse en esos libros que dejo a medias, sin leer por que no me acaban de enganchar. No sabría decir a ciencia cierta el por que pero puede que sea porque al principio la historia no tiene demasiado sentido, tan solo en el último tercio comienzan a encajar las piezas y se empieza a comprender todo.
La historia comienza con Cazaril que camina como un mendigo hacia el castillo de la que fuera su señora tras pasar varios años como prisionero de guerra atado al remo de un barco enemigo. Cazaril tiene dudas, no sabe si su señora se acordará de él o si lo echará de su castillo a patadas, pero todos sus temores son en vano pues lo reciben con los brazos abiertos. Le dan la tarea de actuar como mentor de su nieta, y poco más tarde el rey la reclama a ella y a su hermano, que es el heredero, a la corte. Aquí comienzan las verdaderas aventuras, y es el punto en el que Lois McMaster desarrolla todo su ingenio. Es una maestra manteniendo la tensión hasta el final y también en la creación de personajes. Es capaz de hacerte odiar a ciertos personajes mientras amas a otros con toda tu alma, pero lo más importante es que todo es verosímil.
Como ya he dicho es un libro que va mejorando a medida que se pasan las páginas, especialmente a partir de cierto acontecimiento en el que todas las situaciones parecen atropellarse unas a otras. También me ha sorprendido bastante de este libro la ausencia casi completa de violencia. Hay alguna pelea, pero no son ni mucho menos el hilo conductor de la historia, son más que nada accidentes.
Para comprender bien el universo de esta novela hay que comprender algo que será fundamental en la historia, la magia de la muerte, que consiste en quitarle la vida a alguien, con la consecuencia inmediata de que tu también mueres. Por lo demás la magia prácticamente no existe, y cuando aparece lo hace de manera sutil, lo que le da todavía más verosimilitud a la historia.
Me encantaría contaros algo más de la historia, pero no quiero hacer ningún spoiler, así que hasta aquí puedo llegar. Solo puedo deciros que confiéis en Lois McMaster, el camino puede parecer malo, pero os acabará llevando a buen puerto, y disfrutareis sobremanera con esta novela. Yo a recomiendo, pero con la advertencia de que tengáis paciencia con el principio. Leedla.
Silvestre Santé