Leído: Manual Ilustrado para jovencitas de Neal Stephenson

Neal Stephenson es un escritor que te obliga a creer ciertas cosas para que la novela tenga sentido, pero si logras creértelas, te sumerge en mundos totalmente nuevos.

Es el caso de esta novela, en la que de nuevo nos presenta una sociedad cyberpunk, en la que es protagonista la nanotecnología y lo que el llama la toma, que es como la red eléctrica, solo que de materia, gracias a la cual se puede crear en los compiladores cualquier cosa que se haya diseñado previamente, desde comida nanorobots.

En estas dos tecnologías se basa la sociedad que nos presenta este libro. La acción ocurre en china, pero el mapa político es muy distinto. En primer lugar china está dividida en dos, el reino celeste y la república costera. El primero es más purista y sigue los principios del confuncionismo y la segunda está más occidentalizada. Además también existen unas organizaciones llamadas phyles, que agrupan a la gente según etnias, estados o modos de gobierno. Las más importantes de ellas son la neovictoriana, que intentan vivir según los principios de la Inglaterra victoriana o los nipones. Otro ejemplo de phyle es sendero, que siguen los preceptos comunistas.

Muchas de las grandes phyles se han construido por medios nanotecnológicos islas artificiales frente a la costa de china, desde donde producen de todo para el gran mercado chino.

En este mundo convulso lo que conduce la historia es el manual ilustrado para jovencitas, que un gran hombre neovictoriano encarga para su nieta. La historia se enreda cuando el ingeniero al que se lo encarga produce otra copia para su hija, y acaba en manos de una niña pobre de la república costera.

Este pequeño accidente tendrá importantes consecuencias, ya que esta niña, Nell, destinada a ser analfabeta adquiere gracias al libro una educación digna de una princesa.

Esta es probablemente la mejor parte de la historia, ya que se va viendo como una niña pequeña va evolucionando y es educada por el libro con referencias que ella puede entender, en la que participan sus juguetes y los conocimientos le llegan a través de historias.

Una reflexión muy buena de este libro es que te hace preguntarte que es lo necesario para que los nietos mantengan el imperio que han creado sus abuelos, es decir, como conseguir que unos niños criados en un ambiente protegido y con todos los caprichos a su alcance tengan el carácter necesario para cuestionarse cosas e ir más allá.

En mi opinión esta es la mejor parte del libro, aunque más adelante sigue siendo bueno y se hace muy ameno de leer. A partir de aquí pierde importancia la educación y la gana el potencial de la nanotecnología, especialmente el potencial que tiene para crear una mentalidad común, un gestalt.

En definitiva este es un libro muy ameno, fácil e leer y no excesivamente largo. Tiene sus partes entrañables y sus partes metafísicas, ambas con reflexiones muy profundas, aunque eso no quita que, sobretodo hacia el final del libro, haya acción. Si ya os habéis leído algún libro de Neal Stephenson y os han gustado, este os va a gustar. Si este es el primero, mejor empezad por Snow Crash.

Silvestre Santé