Revista Cómics
Venus, Marte y Júpiter son los tres planetas de nuestro sistema solar que han alimentado la imaginación de los escritores. Poul Anderson con Llamadme Joe (1957) y Clarke con 2001. Una odisea del espacio (1968) dieron vida a Júpiter. Marte, desde H. G. Wells con La guerra de los mundos (1898), pasando por Fredric Brown y Marcianos go home (1955) al Marte rojo (1992) de Kim Stanley Robinson. Leigh Brackett ha construido sus historias en torno a Marte y a Venus, dos planetas que recrea al estilo de Edgar Rice Bourroughs y su John Carter; es decir, medievales, románticos y repletos de seres fantásticos. Terror en el espacio (Terror out of space, 1944) se publicó en Planet Stories, como el resto de historias de Brackett dedicadas a Venus menos The Moon that vanished (1948). En España se incluyó en la antología El planeta oculto (Edhasa, 1964).
La novelita empieza bien. Parece sacada de Alien, el octavo pasajero. Una nave transporta una caja que contiene un "monstruo" proveniente de una nube espacial que ha llegado a Venus. El lector no sabe qué es. El caso es que el monstruo vuelve locos a los hombres, no a las mujeres, y provoca el suicidio. De los tres tripulantes, uno ha caído bajo sus redes y está atado a su cama.
La nave avanza para llegar a la base donde dejarán la caja. Pero el afectado se desata mutilándose solo para sacar al monstruo de la caja, porque se lo ha pedido. La nave se descontrola y cae a un mar venusiano. Uno de los dos tripulantes sanos ve antes de morir al monstruo, que resulta ser “Ella”, una especie de mujer. El superviviente tiene que salir de la nave y andar por el fondo del mar para llegar a la orilla. Aquí la novelita pierde interés, es como si Brackett tuviera que salir del género de terror y darle un toque de space opera.
El resto de la novelita es previsible. Pierde la fuerza inicial. Brackett nos muestra una ciudad sumergida con una raza venusiana humanoide y pequeña. Ella actúa y se lleva a los hombrecillos. Nuestro protagonista, llamado Lundy, comienza su vida como el típico héroe de space opera: promesas a mujeres, rescates, peleas y triunfo final. La nota curiosa es la procedencia de Ella: una nube que llega a Venus, cuyos seres desconocen la muerte, y la encuentran en Venus.
El final es el corriente en este tipo de relatos basados en la tensión y el impacto final. El secreto de Ella para llevarse a los hombres está en su rostro. Lundy consigue verlo –no diré qué es-, pero el tipo sale muy perjudicado: pelo blanco, arrugas y expresión triste para siempre.
Esperaba más, especialmente por un comienzo tan prometedor, pero se ha quedado en una aventurita de space opera, en capítulo cincuentero de "La dimensión desconocida".