Revista Cultura y Ocio
El vehículo recorre el camino seco y polvoriento, cansado de esquivar pozos y huellones de antiguas lluvias, la tierra se filtra por cada agujero excavado por la herrumbre, se pega en la cara del conductor, todo sudor, todo cansancio de años, de pobreza, de alcohol y de abandono, porque al andar esta ruta miserable, el viajante ganó en soledad y ausencias, en conocer lejanías, solo le queda el cascajo en que viaja, una maleta sin cerradura y un rumbo hacia la nada.
© Sergio Cossa 2012
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