Hace algún tiempo que dejé escrito tendríamos un baile político de primer orden, en estos meses que nos quedan de legislatura.No tengo más remedio que recordar de nuevo a José Luis Sampedro, cuando decía que estábamos en un cambio, pero que como estábamos dentro de él, no nos dábamos cuenta.Efectivamente, estamos en un cambio y ese cambio es más intenso de lo que pueda parecer.Hay días que cambian tanto las cosas, que somos incapaces de calibrar qué es lo que está ocurriendo, y aún mucho menos, qué es lo que puede suceder en un futuro inmediato, que cuando creemos haber llegado, ya es pasado.Sabemos que los políticos tienen enemigos, sin lugar a dudas, es cierto, pero lo que me produce cierta inquietud es la cantidad de enemigos que los propios partidos tienen entre sus propias filas. Eso sí me preocupa.Y me preocupa, porque me da la sensación que los políticos en general se han despegado de la ciudadanía, están, seguramente a años luz de lo que los ciudadanos esperan de esos dirigentes.Ahora ya no es igual. No es igual, pues dichos dirigentes de esos partidos han desembocado en el 'y tu más' y están a la gresca continuamente.Los partidos ya no cuentan con los ciudadanos y eso es un grave error. Es como si ellos supieran lo que los ciudadanos queremos.
Definitivamente están lejos de la ciudadanía.