Leñadores y periodistas

Según la web de empleo CareerCast y su ranking anual de las mejores profesiones, el Periodismo es la segunda profesión… empezando por la cola. Este año ocupa el puesto 199 de 200, siendo la segunda peor valorada sólo por detrás de la de leñador. Aunque suene crudo, no es la primera vez que pasa, el año pasado fue la peor valorada de toda la lista. Dicen desde CareerCast que ambas profesiones, periodista y leñador, tienen más en común de lo que parece ya que, según ellos, a ambas les afecta la variable decisiva para que estén en los últimos puestos: el desempleo. A la que yo sumaría, por lo menos en el caso del periodismo, los cambios tecnológicos, el proceso de adaptación a los nuevos tiempos y la crisis económica.

No obstante, no vengo a amargaros la Semana Santa con una noticia tan poco honorífica para nuestra profesión. Hoy os voy a invitar a que, a pesar de los datos (que, recordemos, tienen que ser sagrados), os paréis a reflexionar qué sería y qué hubiera sido de este mundo sin el Periodismo, qué hubiera sido de las democracias, qué hubiera sido de las sociedades, qué pasaría si no existieran los conceptos de rotativa, redacción, editor, redactor jefe, escaleta, reportaje, entrevista, beario (¡por Dios! ¡becario!). Y, una vez hayais visto cómo sería un mundo sin gente que cuente la realidad, respiréis hondo (sobre todo si sois futuros compañeros). Porque la crisis pasará, el desempleo (esperemos) también, y aunque casi toda una generación se haya quedado atrás, tocará volver a resurgir. Porque algún día las cosas cambiarán, y como diría Gabo, el periodismo volverá a ser “la mejor profesión del mundo“.

¿Y sabéis qué? Vamos a necesitar periodistas que cuenten ese grandioso momento.

Ah, y ánimo también (por supuesto, aunque con menos pasión) para los leñadores.

NOTA: Ahora sí se me queda el suficiente buen sabor de boca para despedirme hasta el lunes. Esta semana blogueril ha sido corta, pero ya sabéis que me gusta desconectar de todo siempre que puedo. La solución estaría en subir entradas programadas pero este blog lo escribe una persona, no un robot, así que dicho esto, gracias como siempre por leer, y hasta el lunes, almas cándidas.