Actualizado 22 junio (abajo encontrarás enlaces con herramientas disponibles en internet para preparar el Valenciano en los niveles oral, elemental, mitjà y supèrior).
El sábado pasado (6 de junio) me he presentado a la prueba de valenciano (nivel elemental) que hace la Junta Qualificadora, y se me ha ocurrido hablar sobre este asunto en el blog, ya que el tema de las lenguas co-oficiales en las CCAA es algo que afecta bastante al empleo, sobre todo en el sector público. Os invito a conocer mi caso personal y algunas de mis reflexiones al respecto.
Disclaimer político.
Soy consciente de que este tema tiene un claro contenido político-ideológico y de que es muy controvertido. En esta entrada no voy a opinar sobre lo acertado de las políticas de normalización y promoción lingüística de las CCAA con lengua propia. No pretendo debatir ni polemizar sobre ello. Debo aclarar, por tanto, que sólo pretendo:
a) compartir información sobre este asunto,
b) contar mi experiencia personal
c) aportar algunas reflexiones personales.
Todo ello con el único objetivo de ayudar al lector que pueda estar en una situación similar animándole a la preparación de una lengua desconocida y a acometer esta tarea con cariño, ganas y eficiencia, con independencia de su postura política al respecto. Cualquier comentario será aceptado, incluidas opiniones ideológicas, pero no responderé ni valoraré éstas últimas, aunque todas serán respetadas.
Mi caso personal.
Yo soy gallego, pero vivo desde hace unos años en Valencia. Se podría decir que soy un “inmigrante nacional”, o “emigrante”; según desde qué ubicación tomemos perspectiva. Cuando vine a vivir a Valencia, uno de los primeros hándicaps a los que he tenido que hacer frente, es mi desventaja al respecto del idioma co-oficial de la Comunidad Valenciana.. Desventaja, naturalmente, en tanto que no tenía ni idea de este idioma, aunque podía entenderlo “más o menos”. Consciente de ello, pronto decidí asumir el objetivo de aprender esta lengua; sobre todo después de comprobar que muchas oportunidades de empleo (sobre todo desde administraciones públicas) se esfumaban para mi, al no disponer de acreditación alguna en el conocimiento del valenciano. En algunos casos se trataba de simples becas, que me dejaban fuera de la fase de entrevista, al no tener el punto que me otorgaría el “grau elemental”. En otros casos, algún concurso en ayuntamientos, que establecía este mismo nivel como requisito imprescindible. Afortunadamente, otras oportunidades no me han faltado.
El caso es que, desde septiembre de 2008, decidí prepararme para obtener el certificado de “grau elemental”, que es el mínimo que se suele pedir en las administraciones públicas. Para prepararme, me matriculé en la escuela de adultos de mi localidad, y reservé unas horas semanales en mi organización para el estudio.
Características de los certificados de Valenciano:
Existen cuatro certificados principales:
-Grau oral
-Grau elemental
-Grau mitjà
-Grau supèrior
Y también otros de capacitación técnica:
-Llenguatge administratiu
-Correcció de textos
-Mitjans de comunicació.
Yo me he presentado al grado elemental.
El examen consiste en una parte teórica tipo test, con dos textos para leer, e incluye una prueba de redacción escrita. Esta prueba cuenta el 40% del total, y como mínimo hay que superar el 40% para hacer media y aprobarla. También incluye una prueba oral, con un 60% de peso y un 60% de mínima puntuación exigida, y consiste en la lectura de un texto pequeño (que te lo facilitan unos minutos antes) y una pequeña entrevista oral comentando el texto.
Para más información sobre el examen, visita la web de la Junta Qualificadora.
Mi evolución estudiando valenciano
Estudiar un idioma cuesta. Es un esfuerzo considerable, pues es necesario entender, muchas veces, el “modo de pensar” en ese idioma, para poder hablarlo y escribirlo correctamente. También hay que conocer su ortografía, y el resto de sus normas. Y lo más difícil: Adquirir vocabulario.
Al principio, el estudio del valenciano se me hizo un poco “cuesta arriba”. Aunque lo entendía bastante bien, había que buscar demasiadas cosas en el diccionario, y el material didáctico del que disponía no era muy bueno (el libro “d'Ací i d'allà”), aunque sí estaba muy adaptado a las exigencias de la prueba (los contenidos y ejercicios son los más adecuados para preparar el examen). En esta primera etapa, me esforcé bastante poco, ya que estaba empezando (no había la presión del factor tiempo) y poco motivado (el estudio se hacia tedioso y aburrido). Este comienzo no era muy alentador, e incluso pensé en abandonar.
Después pasé por una etapa intermedia, en la que fui empezando a ver que “se me quedaban en la cabeza” algunas palabras y frases hechas, que ya podía hablar algo por mi mismo (la verdad es que uno empieza a hablar sin darse cuenta), y que comenzaba a entender algunas cosas importantes para el examen, como los ejercicios de “pronom feble”, la apostrofación, la acentuación... En este momento, mi motivación comenzó a aumentar, y con ella, mi esfuerzo y dedicación, aunque todavía a un nivel bajo. Me descargué el programa “Juga Llengua”, para practicar en algunos ratos libres, y desde ese momento lo emplearía regularmente, en algunos momentos “muertos”.
Luego tuve otra pequeña crisis, tras la cual me reforcé al ver que era capaz de hacer redacciones con no demasiados errores, que ya dominaba el “pronom feble” (a lo que más miedo le tenían en mi grupo de la escuela de adultos), y que me defendía hablando. También practicaba la conversación con mi pareja, aunque ella estaba en la misma situación (también preparando el examen), por lo que nos corregíamos a nosotros mismos... En este momento era consciente de que mis puntos débiles eran dominar la conjugación verbal y aumentar el léxico.
La etapa final, podríamos decir que la conforma el último mes anterior al examen. En este momento es cuando más me esforcé en prepararme (también pordría haberme esforzado más, es cierto). Me descargué elSalt (traductor integrado con OpenOffice, que ahora por fín funciona en linux) para emplear su diccionario y que esta tarea fuera menos aburrida (y más rápida). Una semana antes del examen, descubrí el programa Pràctic, que contiene exámenes autocorregibles del mismo tipo que los de la Junta, solo que sin redacción ni parte oral. Que, por cierto, este año (2009), para más inri, es el primero en el que se utilizaron exámenes tipo test para la parte teórica y de comprensión lectora (a mi me parece más fácil, pero no todo el mundo piensa lo mismo), aunque la parte oral era igual que años anteriores. Yo creo que esto ha sido una ventaja, ya que la nota de corte mínima en cada parte y en el total también ha sido rebajada (60% para el oral, 40% para el test -incluida la redacción- y 60% mínimo para el total).
El día del examen, pude comprobar que todos mis esfuerzos han tenido su recompensa, ya que el examen escrito me salió bastante bien (41 sobre 50), la redacción la salvé “dignamente” (supongo), y la parte oral mucho mejor de lo esperado (a veces uno no se da cuenta de lo que puede ser capaz hasta que llega el momento de ponerlo a prueba). Pasé muchos nervios. Muchos más que en la Selectividad. Muchos más que en cualquier examen de la Universidad. Muchos más que en cualquier entrevista de trabajo. Pero al terminar, fue un “subidón”. Ahora solo falta que haya aprobado...
Qué me ha aportado estudiar valenciano.
La preparación de este examen me ha hecho reflexionar. He aumentado mi percepción sobre la capacidad propia para aprender idiomas. Ahora estoy mucho más animado a aprender cualquier otro idioma, de verdad. No sé a qué atacaré primero; si a perfeccionar el inglés... O si meterme con el francés, italiano, alemán... O quizás me anime con el “mitjà” para el año que viene...
He podido aprender valenciano, que aunque parece algo obvio, también anima mucho darse cuenta de que, casi como por arte de magia, entiendes todo lo que escuchas en este idioma. O prácticamente. Y otra cosa curiosa: Antes no entendía casi nada de lo que escuchaba en catalán (la TV3 me parecía rumano... Bueno, soy un exagerado, ya lo sé), y ahora lo entiendo perfectamente, incluso con sus diferencias (que pensaba que eran menos de las que son) y con su diferente pronunciación y acento más cerrado.
Ahora puedo hablar, escribir y leer de manera fluida (aunque no exenta de errores, ojo) el valenciano y, por extensión el catalán.
Pero lo más importante, es que estoy mucho más animado y más motivado para aprender idiomas.
Conclusiones.
1) Aprender un idioma comunitario requiere esfuerzo, hay que prepararlo en serio, al principio cuesta bastante, pero pronto se comienzan a recoger los frutos y con ello aumentará tu motivación.
2) Si aprendes un idioma con otra persona, te resultará más fácil, enriquecedor y entretenido. Y te echarás “unas risas”.
2) Las personas con menos hábito de estudio y con menos nivel cultural en general lo tienen más difícil, así que para estas personas sí es un requisito más difícil de superar de cara a oportunidades de empleo público.
3) Es un aprendizaje muy útil, pues aunque el idioma comunitario pueda ser sustituido en muchas situaciones por el castellano y sea completamente inútil fuera de las fronteras de cada CCAA (a mi el gallego no me lo reconocen en ningún caso en Valencia, mientras que cualquier otro idioma “comunitario” -entendiendo por esto, de la Unión Europea- sí se cuenta en todos los procesos públicos), sí incrementa las capacidades y motivaciones para el aprendizaje y perfeccionamiento de cualquier otro idioma.
4) Aprender un idioma comunitario es un medio muy bueno para comprender y conocer mejor la cultura y la historia propia de la región.
5) Es muy rentable porque: a) Con ello superarás el requisito impuesto en muchas oposiciones o convocatorias públicas en general, b) Obtendrás una puntuación adicional en algunos casos, dependiendo del nivel acreditado; y en muchos casos será mayor que la obtenida presentando certificados de cursos complementarios en tu especialidad, o que, incluso, una segunda carrera universitaria.
6) Estés de acuerdo o no con las políticas de normalización lingüística, y con este tipo de requisitos, lo más inteligente, es dejar a un lado toda la política, para centrarte en la realidad del presente, y acometer la tarea con muchas ganas. Saldrás ganando y aprenderás mucho de tí mismo. He conocido gente con unas y otras ideas, pero a todos les ha resultado positivo el aprendizaje.
7) Se echa de menos el reconocimiento de los idiomas autonómicos en las demás comunidades (a excepción de Cataluña y Baleares, que comparten idioma y, además, convalidan el Valenciano).
8) El domingo echaron una peli de “Hugh Grant”: Nothing Hill. Al presenciar esos diálogos lentos y entrecortados que tenían los protagonistas, pensaba “caray, parece que se están examinando de valenciano oral!” (un poquito de humor para terminar, jeje).
PS: Anda que como suspenda...
Para saber más:
Pruebas de Valenciano: http://www.edu.gva.es/polin/val/jqcv/
Pruebas de Gallego: http://www.xunta.es/linguagalega/certificados
Pruebas de Euskera: http://www.habe.euskadi.net/s23-4728/es/contenidos/informacion/tituluen_baliokidetza/es_titbalio/convalidaciones_titulos.html
Pruebas de Catalán: (pendiente encontrar enlace oficial)
Herramientas para preparar los exámenes de valenciano:
Programa Pràctic. (todos los niveles)
JugaLlengua (todos los niveles)
Herramienta on-line preguntas test ("Inter-Val") (mitjà)
Salt para OpenOffice (Windows y Linux) Échale un vistazo aquí (versión linux, que es igual...)
Salt como programa independiente. (Sólo Windows)
Foto de portada: Lengua catalana