Las lentes de colores son en realidad idénticas a las lentes normales, pero tienen un tinte en la parte frontal para conseguir el efecto de color diferente. Sin embargo, aunque las hay sin graduación, no es recomendable que se compren por Internet cualquier tipo de lente sólo porque creamos que no supondrán ningún inconveniente si no han de corregir los problemas de la vista. Lo cierto es que hay que tener precaución con ello.
Si utilizas lentes de colores para corregir problemas de miopía o astigmatismo deberás visitar al médico especialista, el oftalmólogo, para que te haga un análisis a fondo de la falta de visión que tienes y que te indique la graduación que necesitas.
Si las lentes de colores que deseas comprar no tienen nada de graduación, hay otros parámetros que debes tener en cuenta: el diámetro, el radio y el tipo de lente son importantes a la hora de escoger la más adecuada para cada tipo de ojo. Además, es importante que conozcas que el proceso de adaptación a las lentes puede resultar algo complejo, con lo cual es mejor que mantengas un seguimiento por un profesional.
¿Qué hay que elegir?
Aunque lo más habitual es que se compren lentillas con colores claros, sobre todo de tonos azules, hay que tener en cuenta que el color de ojos que tengas de base influirá en la forma en que se vean. Es decir, según sea tu color de ojos las lentillas que compres tendrán un tono u otro. Con lo cual si tus ojos son muy oscuros, es mejor que elijas un color intenso para evitar que se vea demasiado artificial.