Desde que estoy en esto del 2.0 he visto que el progreso en el intento de digitalizar la educación y las metodologías se ha estancado, ya sea porque las estrategias no hayan sido las correctas o por agotamiento de los actores.
Todo marcha muy lento en educación, mucho más lento que en el resto de la sociedad.
Muchos hemos visto que hay cierto (mucho) cansancio entre los docentes que intentan vías diferentes en su forma de trabajar y en la de sus alumnos, los que apuestan o han apostado por las redes sociales como parte de sus entornos de aprendizaje y la de sus alumnos, los que no paran de aprender para hacer aprender... La propia resistencia física y mental, las horas extras que exige este cambio en la forma de entender nuestra profesión, horas robadas en muchos casos a las familias, los recortes y el poco reconocimiento tanto administrativo como social hacen mella, no hay duda.
Además, en demasiadas ocasiones sobrevuela y hasta tapa el trabajo de fondo cierto tufillo vanidoso y egocéntrico, que se hace patente en esas mismas redes sociales en las que volcamos lo que creemos que merece ser compartido. En lo que a mi respecta, esto hace que me vaya alejando de estos entornos. No digo que no sirvan, pero quizá sólo al principio de su uso. Tendríamos que darle más de una vuelta a como las estamos usando en la actualidad. Twitter cada vez se parece más a los antiguos chats, y Facebook se ha convertido en un gran libro de autoayuda con tanta imagen con mensaje.
Los eventos y saraos educativos crecen geométricamente. Algunos merecen la pena pero en otros no tendríamos que perder ni un segundo de nuestro tiempo. Además la gran pregunta es ¿tienen la repercusión que pretenden?. Soy muy útiles para compartir con gente que trabaja como nosotros nuestros desvelos, pero ¿crean masa crítica docente para que el cambio pretendido pueda ser soportado y crecer? Mucho me temo que no es así porque casi siempre vemos las mismas caras, salvo escasas incorporaciones. La "endogamia" se hace evidente en muchas ocasiones.
Quizá es momento de volcar los esfuerzos en nuestro entorno más cercano. Intentar enganchar a nuestros compañeros del 1.0, de darle una vuelta a las metodologías que aplicamos en la formación del profesorado que suele ser precisamente la que intentamos desaprender, qué paradoja; de acompañar. Qué importante sería que se diseñaran desde la administración buenas estrategias de acompañamiento, que serían mucho más efectivas que la actual formación de mostrar y aprender menús y herramientas de forma totalmente descontextualizada.
Es decir, es posible que sea bueno retornar de lo global a lo local.
No estaría mal analizar, de verdad y sin intereses económicos, si los modelos actuales son válidos en todas las etapas educativas. ¿Lo que vale en Primaria es igualmente aplicable en Secundaria? ¿Qué estamos haciendo con el modelo de escuela 2.0 en las diferentes etapas? ¿Y con la evaluación?
Demasiadas dudas para tanto esfuerzo.
Pero no me hagáis mucho caso, debe ser una de esas crisis 2.0 que periódicamente vienen y se van.
Os deseo un feliz año 2013 , que os lo merecéis sobradamente.
Todo marcha muy lento en educación, mucho más lento que en el resto de la sociedad.
Muchos hemos visto que hay cierto (mucho) cansancio entre los docentes que intentan vías diferentes en su forma de trabajar y en la de sus alumnos, los que apuestan o han apostado por las redes sociales como parte de sus entornos de aprendizaje y la de sus alumnos, los que no paran de aprender para hacer aprender... La propia resistencia física y mental, las horas extras que exige este cambio en la forma de entender nuestra profesión, horas robadas en muchos casos a las familias, los recortes y el poco reconocimiento tanto administrativo como social hacen mella, no hay duda.
Además, en demasiadas ocasiones sobrevuela y hasta tapa el trabajo de fondo cierto tufillo vanidoso y egocéntrico, que se hace patente en esas mismas redes sociales en las que volcamos lo que creemos que merece ser compartido. En lo que a mi respecta, esto hace que me vaya alejando de estos entornos. No digo que no sirvan, pero quizá sólo al principio de su uso. Tendríamos que darle más de una vuelta a como las estamos usando en la actualidad. Twitter cada vez se parece más a los antiguos chats, y Facebook se ha convertido en un gran libro de autoayuda con tanta imagen con mensaje.
Los eventos y saraos educativos crecen geométricamente. Algunos merecen la pena pero en otros no tendríamos que perder ni un segundo de nuestro tiempo. Además la gran pregunta es ¿tienen la repercusión que pretenden?. Soy muy útiles para compartir con gente que trabaja como nosotros nuestros desvelos, pero ¿crean masa crítica docente para que el cambio pretendido pueda ser soportado y crecer? Mucho me temo que no es así porque casi siempre vemos las mismas caras, salvo escasas incorporaciones. La "endogamia" se hace evidente en muchas ocasiones.
Quizá es momento de volcar los esfuerzos en nuestro entorno más cercano. Intentar enganchar a nuestros compañeros del 1.0, de darle una vuelta a las metodologías que aplicamos en la formación del profesorado que suele ser precisamente la que intentamos desaprender, qué paradoja; de acompañar. Qué importante sería que se diseñaran desde la administración buenas estrategias de acompañamiento, que serían mucho más efectivas que la actual formación de mostrar y aprender menús y herramientas de forma totalmente descontextualizada.
Es decir, es posible que sea bueno retornar de lo global a lo local.
No estaría mal analizar, de verdad y sin intereses económicos, si los modelos actuales son válidos en todas las etapas educativas. ¿Lo que vale en Primaria es igualmente aplicable en Secundaria? ¿Qué estamos haciendo con el modelo de escuela 2.0 en las diferentes etapas? ¿Y con la evaluación?
Demasiadas dudas para tanto esfuerzo.
Pero no me hagáis mucho caso, debe ser una de esas crisis 2.0 que periódicamente vienen y se van.
Os deseo un feliz año 2013 , que os lo merecéis sobradamente.