Hace meses que tengo el blog en stand by; las redes hacen que todo sea mas vertiginoso y fugaz, además de que cada vez la gente lee menos los textos muy largos y prefiere la inmediatez y el poder de comunicar de un imagen; signo de los tiempos... Pero como a mí me gusta escribir; cada verano cumplo con el ritual de reseñar las lecturas que he estado haciendo y suelo comentar los pasos a seguir en materia de libros pendientes, así que hoy retomo esta práctica a la espera de sus aportes y sugerencias, como siempre.
LEÍ
Para mi cumpleaños recibí Un hombre bueno como regalo de la querida Jesi Niz, pero recién pude entregarme a su lectura cuando estaban terminando mis obligaciones laborales. Se trata de una serie de cuentos de la escritora argentina María Fasce. Los relatos son todos momentos pequeños, casi cotidianos, pero con un dejo de nostalgia y sabor a ausencia. Leer sabiendo que el final no será ni determinante ni revelador, sino más bien un momento más en ese fragmento de historia que la autora elige narrar, nos permite disfrutar más del ¨mientras tanto" y con él, de una prosa justa y punzante. Muy interesante experiencia la de leer a Fasce; sin dudas.
Para la misma época leí El cuerpo prohibido de Cynthia Wila. Como recordarán; no suelo disfrutar demasiado de la literatura erótica tan en auge en los últimos años. Más de una vez deben haberme leído criticando esa necesidad de las editoriales de hacer de cada historia con una protagonista femenina, un alarde de sus proezas sexuales y de una autodeterminación exagerada. Pues bien, cuando mi amiga Alejandra Guida me prestó este libro decidí darle una oportunidad porque vi que la novela tenía algunos anclajes en la historia argentina -con foco en Eva Perón y su contexto-, y me sedujo desde allí. Tres generaciones de mujeres frustradas en sus elecciones amorosas, secretos familiares que exponen las peores bajezas de ciertos sectores sociales poderosos del país, y la necesidad de romper patrones de conducta autodestructivos hacen que las historias se vuelvan cercanas y hasta aleccionadoras. El hecho de que la autora sea licenciada en Psicología ayuda a entender muchas actitudes de pacientes y de profesionales que buscan resolver traumas cargados del peso de la historia. Entretenido.
Como cada verano, Valeria Sardi me presta varios libros para disfrutar en mis vacaciones. Nadie como ella conoce mis gustos y tiene tanto material para compartir. No en vano es doctora en Letras y hace de la escritura y enseñanza de la Lengua su pasión vital. Esta vez me trajo cuatro novelas, dos de ellas ya las terminé, estoy leyendo la tercera y llevaré la cuarta al viaje de playa con amore. Les cuento.
Charlotte es una maravilla literaria, casi un libro de poesía novelado si cabe esa posibilidad. David Foenkinos narra la historia de la artista plástica judío-alemana Charlotte Salomon quien vivió y murió los horrores del nazismo pero cuya vida estaba signada por la tragedia mucho antes de su nacimiento. Por momentos el autor nos revela su obsesión por esta pintora y cómo la necesidad de escribir sobre ella lo guió hacia el libro. Cada frase, cada oración de la novela, es una afirmación o un trazo agudo de esa vida tremenda que lo fascina. Tal vez por ello está escrita así, como si no hiciera falta más que unas pocas palabras para condensar cada momento de la tradición familiar y personal que llevó a Charlotte a ser quién fue. Exquisito y profundo, una maravilla!
Los peces no cierran los ojos de Erri De Luca es una novela corta que se detiene en un momento de la infancia del autor, allá por sus diez años, un verano en las playas de Nápoles. Descripciones muy vívidas de sabores, olores y colores de ese pueblo junto al mar revelan el escenario de la vida de un niño que descubre el verdadero sentido de la palabra Amor a la que no solía darle demasiada importancia hasta entonces. El vínculo con una chica tan especial como él le hará descubrir de qué puede ser capaz y a la vez le permitirá crecer y asumir el fin de una era propia y también familiar. El libro se lee de un tirón y nos envuelve en un halo de nostalgia por la infancia, el territorio donde todo estaba por venir y hasta el mas mínimo momento se vivía con intensidad absoluta. Belleza total.
LEO
Hace tiempo que quiero leer El hombre que amaba a los perros de Leonardo Padura y finalmente estoy haciéndolo este verano. Llevo recorridas unas pocas páginas, las suficientes como para afirmar que es una elección muy acertada. La novela tiene mucho de la historia rusa del siglo XX y desanda las vivencias de Trotski en su destierro -tanto dentro, como fuera de la URSS-. Además aparece Cuba y su circunstancias; y el amor, la traición y todo eso que hace de la suma de varias vidas, una novela digna de ser escrita -y leída-. Pronto les contaré más.
LEERÉ
El otro libro que me prestó Vale es Los pacientes del doctor García, de Almudena Grandes. De ella leí hace unos años Malena es un nombre de Tango y me gustó mucho. Esta autora tiene un gran talento para hablar del universo femenino sin caer en lugares comunes y además suele ofrecernos pinceladas de contextos sociales y políticos muy interesantes para encuadrar las historias de sus protagonistas. En este caso, la guerra civil española, el nazismo y hasta la Argentina peronista son los telones de fondo de la vida de el Dr. Guillermo García Medina, Manuel Arroyo Benítez, Claudia Stauffer y Adrián Gallardo Ortega; personajes con mucho pasado y secretos sobre sus espaldas. No veo la hora de empezar a leerlo!
Amore recibió como regalo navideño, La herida de Jorge Fernández Díaz, novela que viene precedida por El puñal y que promete ser best seller como aquella. Intrigas en el gobierno nacional pero también en el Vaticano ofrecen un escenario propenso para que se desplieguen operaciones políticas cargadas de puro suspenso. Lectura ideal para la playa, no creen?
Bien hasta aquí mis elegidos; ahora aguardo sus comentarios, opiniones y recomendaciones, como siempre. Estos posts en colaboración son un tesoro para amantes de la lectura que siempre quieren -queremos- más.
Buena vida, gente!