#LeoAutorasOct Sylvia Plath y otras autoras

#LeoAutorasOct Sylvia Plath otras autoras

¡Hola etéreos!
Como os dije en la entrad anterior, aquí estoy con el hashtag del mes: #LeoAutorasOct y como no podía ser de otra manera, debía hacer esta entrada. Os recomiendo si tenéis twitter pasaros y ver todas las recomendaciones que han hecho montones de blogs.
Siendo sincera, este mes no es que haya leído mucho... estoy enfrascada en un libro que... *cof-cof* pronto sabréis cuál es, y me lanzaréis más de uno/a una granada virtual.
Os voy a recomendar a una autora que, inculta de mí, descubrí hace muy poco y me ha parecido tan interesante que voy a dedicarla esta entrada. Al final del post, tendréis unas cuantas recomendaciones más de autoras y distintos géneros. ¡Aquí hay de todo! Música para leer la entrada

Perdón por la errata. Es Sylvia Plath.

Sylvia Plath
Nació en Boston en 1932 y falleció en Londres en 1963. Poetisa y feminista. Se le reconoce ser una de las principales voces en el género de la poesía confesional.
Sylvia tenía mucho talento de niña, a sus 8 años publicó su primer poema. Devastada por la muerte de su padre y condenada por el sacrificio silencioso de su madre, se centra en los libros y estudios, sacando matrículas de honor, escribiendo y publicando, incluso tocando el piano. Pero nunca nada era suficiente.
Tuvo un novio, pero éste le fue infiel. Ella se había mantenido "pura" porque debía ser así, mientras que a él eso le daba igual. Se sentía decepcionada e indignada. Es entonces cuando escribe su condición de ser mujer en esa época: "Mi gran tragedia es haber nacido mujer". Se debatía entre la mujer sumisa y triste que había sido su madre y la mujer libre y radical que quería ser ella. En su primer año de universidad, estuvo en un grupo reducido que leían y trabajaban en autores reconocidos. Su profesor vio mucho talento y la exigía todo lo que podía. Sylvia anotó en su diario: "Nunca jamás conseguiré la perfección que anhelo con toda mi alma… mis pinturas, mis poemas, mis cuentos". Ese año, tuvo su primer intento de suicidio. Ingresó en un psiquiátrico con tratamientos de electrochoque. Vivía atemorizada por sus propias preguntas: "¿Para qué es mi vida? ¿Qué voy a hacer con ella?". En sus diarios se diluye a un dramatismo poco característico para una joven de su edad. Obtuvo una beca para ir a la Universidad de Cambridge y ahí conoció a su marido. Éste se inspiraba de sus obras y por primera vez, se respiraba felicidad.

La vida es soledad, pese a todos los opiáceos, pese a las máscaras risueñas que todos nos ponemos. Y cuando al fin encuentras a alguien a quien crees que podrás mostrar tu alma, te detienes asustado por tus propias palabras… palabras tan apagadas, tan feas, tan vacías y débiles… por haber permanecido tanto tiempo en tu angosto y oscuro interior. Sí, existe la alegría, la satisfacción y el compañerismo… pero la soledad del alma en su pasmosa timidez es abrumadora y espantosa.

Uno de los libros que más le influyó fue Male and Female, de Margaret Mead, precisamente porque encontraba en él la provocación para sus propios pensamientos y vivencias. Plath subrayaba: "¿Hemos hecho algo igualmente desastroso para todos educando a las mujeres igual que a los hombres? Las mujeres verán el mundo de forma distinta que los hombres". Entonces Sylvia Plath pasó a ser madre, no escritora. Y el cambio de rol le traía problemas de identidad con su marido Ted y consigo misma. Más tarde habría rumores de infidelidad que, sumado al aborto inesperado, hizo que la depresión de Sylvia se acentuara más. Se separaron al año de nacer su segundo hijo. Escribió la "Campana de Cristal" una obra autobiográfica: su ruptura, depresión e intento de suicidio.

El suelo parecía maravillosamente sólido. Era consolador saber que me había caído y que no podía caer más abajo.

Me vi a mí misma sentada en la bifurcación de ese árbol de higos, muriéndome de hambre sólo porque no podía decidir cuál de los higos escoger. Quería todos y cada uno de ellos, pero elegir uno significaba perder el resto, y, mientras yo estaba allí sentada, incapaz de decidirme, los higos empezaron a arrugarse y a tornarse negros y, uno por uno, cayeron al suelo, a mis pies.

Sylvia se había quedado vacía, además tenía un corazón frágil y ya lo sabía, como una taza de porcelana que lo único que había hecho era romperse en más pedazos. No, no había cura. Y la cura era devastadora. Ya en el poema Filo, la mujer alcanza la perfección cuando está muerta. Estaba dispuesta a volver el cuerpo de la mujer pura perfección, pura muerte.

Morir
es un arte, como todo.
Yo lo hago excepcionalmente bien.

Hace el desayuno a sus hijos. Se encierra en la cocina. Mete la cabeza en el horno. Abre el gas.

La mujer alcanzó la perfección.

Y hasta aquí mi homenaje a esta escritora. Yo no soy muy fan de la poesía, ya lo sabéis, pero he leído de casualidad su poema "Era vertical. Pero quería ser horizontal", una metáfora a la muerte, y me ha gustado mucho. Tiene una forma arrebatadora de contar sucesos trágicos y traumáticos. Como se diría, valga la redundancia, es: pura poesía. Quiero recomendaros que si tenéis la oportunidad de leer algo de esta autora, lo hagáis, de verdad. Solo me falta por daros un apunte, y es que su ex-marido Ted Hughes fue quien se encargó de la edición de su poesía cuando ésta se suicidó. Eso sí, los poemas en los que hablaba de sus problemas de pareja fueron destruidos. Nos quedaremos sin saber qué sucedía en su relación romántica, pero nos podemos hacer una idea.
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