Un León come gamba es un legendario ser de tendencia homosexual que, al contrario de su especie, en vez de carne, come gambas crudas y pimientos. Alguna que otra vez una perdiz sin desplumar o algún travesti muerto en una cuneta, pero muy rara vez.
Llegó a ser muy temido por sus enigmas. El que no supiera resolverlos, terminaba en su estómago. Por desgracia para él, todo el mundo sabía que lo que oro parece y plata no es, no es un helicóptero.
Llevaba una vida tranquila hasta que un tal Alberto Sempere quiso llevar un plato digno de los dioses a MasterChef y pasar a la historia. Para ello se adentró en su guarida con ánimo de matarlo, pero tenía una piel tan gruesa gracias a sus veraneos en Benidorm y resultaba impenetrable a las armas.
El león huyó a través de el parque de El retiro hasta llegar a refugiarse en un pozo durante dos años. Alberto se perdió las dos primeras ediciones del programa.
Llamó al equipo de espeólogos que rescataron a Julen y lo mató. Empleó horas intentando desollarlo sin éxito y quedó crudo. Lo tuvo que presentar en Masterchef ante los jueces del infierno programa Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera, los cuales injustamente lo calificaron de Bobaina, mofa o insulto a la inteligencia. Su muerte fue pues, en vano.
Hoy en día aún pueden oirse sus rugidos incesantes y fuertes. Bueno, por psicofonías.