León v de Armenia y I de Madrid, fue rey y alcalde de Madrid durante 8 años. (1383-1391).
Junto al Parque Cerro Almodóvar de Madrid, entre las Calles José Maurelo y Vía Carpetana, y cercana al Hospital Militar Gómez Ulla y al Camino de los Ingenieros, está la Calle de León V de Armenia.
Armenia Menor
En la Edad Media, durante las Cruzadas, en las orillas del Mediterráneo oriental, en la región turca de Cilicia, nació un reino cristiano. Sus pobladores llegaron de Armenia, un reino del Caúcaso y nombraron a su nuevo asentamiento como Armenia Menor.
Los armenios habían huido de la invasión selyúcida de Armenia en el año 1078 y llegaron el Mediterráneo. Allí emparentaron con los cruzados franceses que había llegado para liberar Tierra Santa del infiel. Los reyes se mantuvieron en el trono durante casi 300 años, hasta que llegaron los musulmanes.
Las relaciones de los armenios con sus reyes nunca fueron fáciles, pues éstos eran musulmanes y los reyes -de la dinastía franca de los Lusignan– cristianos. Por eso, no es de extrañar el júbilo de los armenios cuando en el año 1375 vieron llegar a los mamelucos egipcios enviados por el soldán de Babilionia.
León V de Armenia
Fue el hijo de Juan de Lusignan (hijo de Amalarico de Tiro y de Isabel de Armenia, hija a su vez de León III de Armenia) y de su mujer (o quizá amante) Soldane (hija de Jorge V de Georgia).
Llegó al trono a la muerte de su primo lejano y tío Constantino VI de Armenia. León y su mujer, Margarita de Soissons, fueron coronados en Sis el 14 de septiembre de 1374.
Cautiverio de León V
En el año de 1375, Armenia “menor” o Armenia Cilicia era la última resistencia cristiana contra los Mamelucos egipcios. Se llevaron prisionero a su rey, León V y lo trasladaron a El Cairo donde estuvo prisionero durante 7 años .
En 1380 el franciscano francés confesor del Rey, que llegaría a ser obispo de Tortiboli en el reino de Nápoles, mandó cartas a muchos de los reinos cristianos solicitando ayuda. Se presentó ante Pedro IV “el Ceremonioso” rey de Aragón el primero de marzo de 1380 y a otros reinos cristianos.
Liberación de León V
Después a mediados de 1382 en Medina Del Campo solicitó ayuda a Juan I de Castilla para liberar a su rey. D’ardel, el confesor, volvió a Egipto con tropas que fueron puestas a su disposición por ambos Reyes de la peninsula.
Hasta El Cairo llegó la embajada de Juan de Loric, cargada de joyas y de gerifaltes y halcones, unas aves de las que carecía el soldán. Los Mamelucos egipcios llegaron a un acuerdo y sin luchar dejaron en libertad al Rey armenio.
León llegó al puerto de Venecia el 12 de diciembre de 1382 y viajó a Avignon para entrevistarse con el Papa Clemente VII, que le negó su ayuda para una nueva Cruzada y así liberar a su pueblo.
León V viaja a la Península Ibérica para agradecer a sus aliados, su liberación llegando primero a Barcelona y mas tarde a Tarragona donde un antepasado suyo armenio llevó las reliquias de Santa Tecla. De vuelta en Castilla el rey Juan I le recibe con honores.
León I de Madrid
El rey castellano se casó en segundas nupcias con Beatriz de Portugal, y León asistió en persona a la solemne boda del rey con doña Beatriz en la catedral de Badajoz, donde participó como testigo de la ceremonia; en agosto de 1384 y generosamente otorgó al Rey armenio por su lucha contra los musulmanes los señoríos de Madrid, Andújar, Guadalajara y Villarreal (Ciudad Real), además de 150.000 maravedíes.
León V de Armenia pasó a ser León I de Madrid y la villa se convertía, en teoría, en la capital de Armenia. Fue proclamado en el Alcázar de Madrid rey y alcalde de la Villa. Mas tarde otro rey sería también rey y alcalde, Carlos III.
León fue un rey sencillo que bajó los impuestos, no despidió a ningún funcionario y renunció a tener escolta, paseaba por calles y plazas, pero el pueblo de Madrid le consideró cómo a un extranjero.
Debido al descontento popular Juan I firma un documento en el que especifica que los territorios cedidos a León I nunca serían sucesorios, y que a su muerte volverían a la corona de Castilla.
León quería volver a su tierra, y pidió la ayuda al Rey de Francia Carlos VI, al que ayudó a acabar la guerra de los 100 años con los ingleses. El rey francés le cedió el castillo de Saint-Ouen y unas rentas. Como su ausencia de Madrid fue prolongada, el 13 de abril de 1391 las Cortes madrileñas le destituyeron.
Los franceses no le ayudaron con su cruzada y el 29 de noviembre de 1393 murió en Calais . Fue enterrado en la Basílica de Saint Denis en París. En tiempos de la revolución francesa su cuerpo desapareció quedando sólo el mausoleo que aún existe.
Tuvo una hija legítima, María de Lusignan (que murió antes que su padre), y dos ilegítimos, Guido y Esteban.
A su muerte, Jacobo I de Chipre, primo lejano de León, se convirtió en el pretendiente al título real de Armenia.
La biografía de León puede seguirse gracias al franciscano Jean Dardel, autor de una Crónica de Armenia en la que se narran sus peripecias en Oriente; también hablan de él los cronistas castellanos de la época, sobre todo Pedro López de Ayala, que recoge las andanzas de este personaje en la corte castellana.
En España quedaron sólo unas coplas populares:
“Dicen que de Armenia nos viene un señor, guardanos Dios de tan real favor.
Si la villa fuera selva la guardaría un león, más en tierras castellanas no queremos tal señor……”.
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