Leonor Tamayo es responsable de Relaciones Internacionales de Profesionales por la Ética, y ha publicado el interesante estudio sobre el estado europeo de la cuestión EpC, que reproduzco a continuación:
En poco más de un año, la versión española de Educación para la Ciudadanía (EpC) ha sido denunciada en diez foros internacionales diferentes que van desde el Parlamento Europeo, pasando por la ONU en Ginebra, al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo y llegando hasta el Consejo de Europa.Y es que, si bien el origen último de estas asignaturas adoctrinadoras es una recomendación del Consejo de Europa, la 12/2002, la interpretación de dicha recomendación por parte del Gobierno de Zapatero no deja de ser cuando menos peculiar, por no decir intrínsecamente tendenciosa y manipuladora.
No existe ni un solo escrito a nivel internacional que conceda una palabra de apoyo o que pueda interpretarse como amparo al intento de adoctrinamiento en la escuela, a la imposición de una moral de Estado obligatoria o a la formación de los niños en una moral contraria a la querida por sus padres.
Y eso es, ni más ni menos, la EpC española, porque lo que aquí hay no es más que la imposición desde el poder de una antropología y una ética particular.