Les Affamés, celebrando la noche de San Juan

El propio director del film, Robin Aubert, durante la presentación de la película en el Festival de Sitges, aseguraba aportar algo novedoso al ya desgastado género de zombies con Les Affamés, una película que llega desde tierras canadienses.
Dentro del género de zombies, la película es de corte bastante clásico en aspectos más técnicos, destacando los encuadres de planos generales en los campos y llanuras a las afueras de pueblos y ciudades, donde los zombies se muestran bastante absortos en propios menesteres y que parecen formar parte del propio paisaje.

Muchos de esos planos, recuerdan a alguna obra mítica de los padres del género zombie, Lucio Fulci
George Romero. Pero Les Affamés es una propuesta de bajo presupuesto que, aunque, se le pueden y deben reconocer méritos técnicos, me ha parecido de lo más aburrida. No dudo que al público más 'sesudo' le pueda llegar a maravillar. Pero a nivel personal es una propuesta con la que, desgraciadamente, no he llegado a conectar en ningún momento.

En un pequeño pueblo remoto de Quebec las cosas han cambiado. La gente local no es la misma, sus cuerpos se están descomponiendo y se sienten atraídos por la carne humana.

La película tiene un aspecto medianamente novedoso, parece que los infectados tienen la capacidad de comunicarse entre ellos ' telepáticamente ', un poder con el que desarrollan un pensamiento común en el que rinden culto a una fuerza superior, esa es mi conclusión. Pero esta idea no se exprime, creo que podría haber dado mucho de sí. Tampoco se ofrece una explicación coherente o que le dé sentido al argumento. Taylor lo deja todo en el aire a la libre interpretación de cada espectador.

Les Affamés es una película de pocos personajes en la que ningún personaje se me antoja destacable. Me parece bien que no haya una explicación sobre el inicio de la infección, muchas películas de zombies omiten esa parte, pero aparte de atacar a los vivos y gritar a los cuatro vientos, la masa de infectados lo único que hacen es crear un culto frente a una gran pira de muebles viejos (sobre todo, sillas) que van apilando a las afueras de los pueblos, como si una hoguera de San Juan se tratase. La película juega con el mal etéreo, con lo intangible y eso me parece un punto acertado que habría que destacar. Pero me parece que esa idea tampoco se aprovecha en absoluto. Al menos, bajo mi punto de vista.

Los momentos en los que parece que hay algo maligno que rodea las ciudades y se extiende hacia las afueras controlando a los infectados, una fuerza superior a la que rinden culto, pero que el espectador no llega a descubrir. Acaba siendo una idea a la que el guión escrito por el propio Taylor, no le saca provecho.

En cuanto al culto alrededor de las torres de mobiliario, y fuera del propio mundo zombie, tampoco me parece excesivamente original, me ha recordado al culto de The Wicker Man. La película se me ha hecho aburrida y de esquema repetitivo que no me convence. Apenas tiene alguna escena violenta destacable y el humor negro del que presume la película, por ejemplo, lo del acordeón, no me ha hecho gracia.

La película ha sido premiada como Mejor Película en El Festival de Toronto y compite en la sección oficial del Festival de Sitges, pero como siempre acaba siendo los gustos personales de cada uno, a mí Les Affamés me parece una película de méritos técnicos, especialmente la fotografía, pero que se olvida tan rápido como salir de la propia sala de cine.