Revista Arquitectura

Les Trois Mosquetaires (Alexandre Dumas, 1844)

Por Luiscercos
Les Trois Mosquetaires (Alexandre Dumas, 1844)
José Antonio Labordeta Subías
(Zaragoza, 10 de marzo de 1935 - ibídem, 19 de septiembre de 2010)
IN MEMORIAM
Nunca me trajeron los Reyes Magos el añorado disfraz de Los tres mosqueteros que año tras año, reiteradamente, les pedía. Me viene a la cabeza este recuerdo a propósito del comentario de la mayor de mis hijas sobre el hecho de que los tres mosqueteros fueran, en realidad, cuatro.
Durante toda la semana se han multiplicado las necrológicas y los homenajes al viejo profesor, cantautor, poeta y político aragonés, José Antonio Labordeta. Me caía bien el tipo aunque nunca le escuché cantar en directo.
Cuando el general Franco murió yo tenía 10 años, poca conciencia política pero mucha curiosidad. Recuerdo ver ante el viejo televisor en blanco y negro que había en la sala de estar de la casa de mis padres la coronación de Juan Carlos I como rey de España, las colas de españoles ante el féretro del dictador (unos para homenajearle, otros para asegurarse de que había muerto realmente) y las crónicas sobre los cambios políticos que vendrían después.
Confundo lejanamente las primeras elecciones con las imágenes, por ejemplo, del referéndum de aprobación de la constitución española, pero recuerdo que, en aquellos primeros años de democracia, se votaba en día laboral y no en domingo, como ahora, por lo que los niños teníamos fiesta y me vienen a la memoria el contacto y el honor con los militantes y simpatizantes de aquellas incipientes formaciones políticas, entregando pegatinas con las siglas y propaganda de los recién estrenados partidos.
La banda sonora de aquellos años la tengo mucho más clara y sobre todo dos canciones, “Libertad sin ira”, (1976, http://www.youtube.com/watch?v=NrROdpJb4Ek), la canción del grupo Jarcha que se convirtió en el himno de las elecciones de 1977 y el “Canto a la Libertad” que José Antonio Labordeta escribió en 1975 (http://www.youtube.com/watch?v=i15eFc_BCu4).
A pesar de que el general murió anciano y en la cama de un hospital, a partir de la muerte de Franco muchos comenzaron a autoproclamarse luchadores antifascistas pero la realidad es que la oposición apenas era conocida por la ciudadanía en general y hubieron de ser los cantautores los que se erigieran en aglutinadores de la ilusión por el cambio.
El domingo pasado supe de la muerte de Labordeta y sentí la pérdida de uno de aquellos tres mosqueteros que en realidad eran cuatro y cuyas armas, en lugar de espadas afiladas, eran cuatro magnificas canciones, el ya citado Canto a la libertad de Labordeta; Al vent, del valenciano Raimón (http://www.youtube.com/watch?v=hMJHPDbnPYM); L’estaca del catalán Lluis Llach (http://www.youtube.com/watch?v=evk3iEMI9w0) y A galopar, del vasco-valenciano, Paco Ibáñez (http://www.youtube.com/watch?v=7T-QiqaNfk4&feature=related).
Luis Cercós (LC-Architects)
http://www.lc-architects.com
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