Revista Homo

lesbianismo: por Pilar Sordo

Por Andi

Quiero compartir con ustedes un tema que me está tocando ver mucho más de lo que yo quisiera. Por mis labores de asesora dentro de muchos colegios dentro de la quinta región, región metropolitana y séptima, además de la investigación que todos ustedes conocen, me está tocando ver muchos cuestionamientos sobre la identidad sexual de los adolescentes. Según mis informaciones además, es la primera consulta en los consultorios de las Universidades dentro del país.

Parece ser que se está pensando que la homosexualidad se elige, cosa que no es cierta y por eso ha pasado a ser una "moda" el argumentar algún tipo de conflicto en esta área.

La homosexualidad es una "condición" no una "elección" y el aumento del lesbianismo puede tener muchas causas pero una de ellas y que es la que me toca ver en los colegios que me toca asesorar, funciona por el hecho de un fenómeno de externalización de los deseos de las mujeres.

Cuando yo iba a una discoteque cuando era adolescente, todo lo que me pasaba en el cuerpo yo lo atribuía a un "Pedrito Pérez" que me lo generaba y yo me iba feliz a mi casa porque la taquicardia, la humedad vaginal y el calor que sentía me lo había provocado él y por lo tanto yo concluía que Pedrito me gustaba. A mi nadie me enseño que iba a tener esas sensaciones yo sola en esas condiciones y que el deseo sexual está en mí y no me lo provoca otro.

Hoy al salir solas las mujeres, están tan independientes que una de las cosas que hacen solas es salir, bailar y erotizarse entre ellas pero con la misma atribución que tenía yo en mis años. El placer me lo genera otro, pero ahora ese otro no es Pedrito es la Carolina y yo me voy sintiendo que todo lo que me pasó en el cuerpo es producto de ella, o sea ella me gusta.

Al mismo tiempo éste fenómeno trae una rabia encubierta a los hombres heredada de sus madres, que las hace pensar que con esa "opción" van a sufrir menos, lo cual evidentemente no es cierto.

Hoy al estar en colegio de Santiago con alumnas de Cuarto Medio y al hacerme preguntas 4 de cada 10 tenían que ver con este tema.

Las invito a reflexionar sobre que está pasando con nuestro ser femenino que se ha ido polarizando tanto, al punto de renegar de nuestra complementariedad masculina.

Cómo mensaje esperanzador, puedo contarles que la experiencia "lesbianica" de una adolescente no necesariamente marca un precedente de mantener esa misma pauta por el resto de su vida, ya que las razones de estas dudas son la mayoría de las veces afectivas y que poco tienen que ver con alteraciones de identidad sexual.
Pilar Sordo M
Psicóloga
Julio 2004


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