Letanía nocturna
de versos urgentes
donde se adormece la agonía,
en esa hora en la que ya nada importa
y el brillo del ónice se refleja en las estrellas
vuelvo a ser la hoja del árbol perenne
que con premura se agita al viento;
y sigue ese equilibrio
que inclina mi balanza
siempre al mismo lado, siempre.