Revista Opinión

LETIZIA, Reina de la MALA EDUCACIÓN y el INFANTILISMO españoles

Publicado el 30 marzo 2016 por Pilar Baselga
LETIZIA, Reina de la    MALA EDUCACIÓN y el INFANTILISMO españolesLETIZIA, Reina MALA EDUCACIÓN INFANTILISMO españoles
Muy lejos queda ya aquella legendaria elegancia española que sedujo a viajeros y poetas en siglos pasados.
El digno porte de los hidalgos, el salero irrepetible de las españolas o la exquisitez de Balenciaga han sido letalmente reemplazados por concejalas que orinan por las calles o se destetan en las capillas, diputados que se besan en la boca o presumen de indumentaria de rastas trogloditas llevando ropa de trabajo (vaqueros) al hemiciclo, tal vez ,para demostrar que ELLOS están TRABAJANDO...
Con elpartido morado pasamos del pragmatismo de la Real Politik para entrar de lleno en la Reality Show Politik
Pero sin duda, lo más insoportable es que alardean de que, con sus modales soeces, toscos o infantiles, y su chaqueterismo sin ideología,  están representando al pueblo español.
Yo no sé quién se sentirá representado por ellos, pero desde luego, los compadezco.
LETIZIA, Reina de la    MALA EDUCACIÓN y el INFANTILISMO españoles LETIZIA, Reina MALA EDUCACIÓN INFANTILISMO españoles
Como era de esperar, esta infantil y nefasta  falta de educación en la esfera política española no se limita a un puñado de niños mal educados del partido morado, sino que ha alcanzado la jefatura del Estado. 
Como prueba de la mala imagen que está dando en el mundo la reina Letizia, invito al lector a que observe con atención este vídeo en el que vemos a los reyes de España en su visita oficial a México. 
Al entrar en la biblioteca histórica de Zacatecas, el presidente mexicano Peña Nieto se gira hacia atrás para rogarle a la reina de España que pare de hablar, ya que no estaba atendiendo a la presentación de la ponente. Por qué no te callas, estaría pensando. 
En el segundo 0:51 el rey le murmura algo a su mujer que se gira de repente hacia atrás, claramente ofuscada,  y se separa del grupo presidencial. Todos esperan a que Letizia vuelva a su lugar para la fotografía protocolaria, pero ella ha decidido boicotear el evento a pesar de estar siendo filmada, es decir, observada por el mundo entero. El rey le ruega se acerque  para la fotografía oficial, la niña obedece, pero inmediatamente después se vuelve a separar del grupo presidencial, ninguneando a la ponente, y al presidente mexicano que es su anfitrión, haciéndose la mujer culta interesada en  libros antiguos. Felipe intenta hacerla entrar en razón, pero ella sigue con su pataleta de a mí no me regañas, qué te habrás creído.  Peña Nieto y su esposa no saben qué hacer. La ponente sigue con su explicación.
En su huida hacia el callejón sin salida de la cabezonería y la estupidez, Letizia se atreve a ¡sacar un libro de la estantería!,  infantil comportamiento de una ignorante en libros antiguos que se cree que está en la biblioteca municipal de Alcorcón, lo que obliga a una responsable a correr hacia ella para advertirle que no debe tocarse nada porque son libros muy antiguos, delicados y valiosos, que sólo deben ser manipulados con guantes. 
Felipe vuelve a intentar hacerla entrar en razón. Por fin, regresa con la comitiva presidencial, pero en lugar de regresar como si hubiera tenido un despiste, y comportarse de una vez como la primera dama,  en el min. 3:07 pasa por delante de todo el mundo sin importarle nada ni nadie.
Toda su actitud  demuestra que es una niña maleducada, consentida, creída y desubicada, inconsciente de la tarea que le toca cumplir. Como lo único que conoce de las altas esferas lo ha aprendido leyendo HOLA en la peluquería, cree que formar parte de la realeza se limita  a preocuparse por su peinado, sus vestidos y sus zapatos, que es lo que muestran las revistas del corazón.
A estas alturas, esta reina de barrio que gasta tanto dinero y energía en su look debería saber que  la elegancia no es sólo el atuendo, sino que también es la actitud amable, el gesto cortés, el comportamiento atento, el trato refinado, la sonrisa cordial, la conversación comedida y el silencio indispensable. Y que las pataletas matrimoniales, las debe guardar para cuando está en su casa.
El rey de España no debería consentir semejante desprecio a los anfitriones por parte de su mujer.  Que esto haya ocurrido demuestra su falta de carácter. Dicen que su padre Juan Carlos le ofreció entregarle el trono a cambio de divorciarse, tal vez esté arrepentido. Aunque, nunca es tarde. Haría un favor a España.



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