Mercedes Chacín.
El 8 de agosto de 2009, siete meses y pico después de asumir la Alcaldía de Caracas, Jorge Rodríguez vio cumplida una ilusión: un medio de comunicación al servicio de la gente. Ciudad CCS nació con la urgencia de quien necesita salir rápido, porque afuera hay mucha gente construyendo y persiguiendo utopías. Utopías que aunque no se hagan realidad las tenemos al lado y las tocamos todos los días. Y al tocarlas nos insuflamos de alegría y confianza en lo que está por venir.
Cuando le dijimos a Jorge a finales de julio de 2009 que necesitábamos al menos hasta diciembre para hacer el número uno de Ciudad CCS, el alcalde dijo que “no, tiene que ser antes”. La semana que viene, el lunes. Pero el lunes era 3 de agosto y coincidía con el aniversario de El Nacional. Así llegamos al sábado 8 de agosto. Ciudad CCS, recordemos, se vendía. La devolución era brutal. Era un niño desconocido, aunque sus progenitores gozaran de cierta fama.
Mientras tanto se armaba y se aceitaba el equipo de redacción. Leímos decenas de currículos, gente conocida, gente experimentada, gente desconocida, gente joven, gente entusiasta, gente soñadora, gente buena y dispuesta a alimentar y cuidar a un niñito sano, sin prejuicios, vigoroso y feliz. Fotógrafos, periodistas, diseñadores, Martica y Magda, los motorizados, la gente de la Alcaldía ayudándonos con los equipos, los escritorios y la gente del Gobierno del Distrito Capital prestándonos nuestra sede “provisional” de casi cuatro años. Días de trasnochos, de dudas, de querer hacerlo bien, de saber que estábamos en un barco que nunca naufragaría. Días y noches en los que cuando el cansancio pegaba, buscábamos la mirada y la inspiración de Chávez y la Revolución Bolivariana. Y seguíamos.
Era un esfuerzo gigante, pero el periódico no tenía lectores. ¿Cómo hacer que Ciudad CCS se conozca? ¿Cómo hacer para que la gente lo lea? ¿Que sea gratuito? Otra vez el alcalde nos empujó y dijo, que sea “ya” gratuito. Armamos el pequeño ejército de pregoneros. Primero distribuían 30 mil, después 50 mil, después 80 mil. Hasta llegar a 120 mil. Uno de ellos en sus manos cuando esto
lee.
Este próximo jueves Ciudad CCS cumplirá cuatro años. Ciudad CCS nació para demostrar que se puede hacer periodismo “por la verdad y con la verdad”. Un diario que no oculta su ideología, porque los eunucos no tienen lugar en una revolución. Un diario que tiene la fuerza, la osadía y las ganas de quien se sabe libre. Ha crecido tanto este muchacho que ya tiene una hija, la revista Épale CCS, una hija respondona, rebelde, divertida e inteligente. Salió a su papá y a su mamá, que es la Patria. La Patria que antes no teníamos. La que nos hace sentir que ha valido la pena, que las utopías son utopías, pero nos permiten seguir soñando, y que soñar en imprescindible para sentirnos vivos. Sigamos.