Una reflexión en torno al mundo educativo. ¿Letras o ciencias? y yo me pregunto ¿porque dividirlas?….
En el camino educativo llega un momento en el que camino se bifurca y es ahí donde aparece la famosa pregunta ¿Eres de letras o de ciencias?. Una absurda pregunta que nos encasilla y separa dos ramas que en realidad están intensamente unidas, que beben y se alimentan la una de la otra,
¿Porque las separamos? ¿Porque tener un conocimiento tan específico pudiendo tener uno más conjunto?
Lo que comunmente conocemos como canon de belleza, la sección áurea, se refiere a la proporción ideal, la obra más bella y “perfecta” no es más que la representación de un segmento dividido en dos partes, una de las partes es la media proporcional entre el todo y la parte restante. No es más que un concepto matemático que aplicado al arte define numéricamente la belleza sublime.
Hablando de belleza el matemático Hermann Weyl afirmaba: “La belleza está ligada con la simetría”. Un concepto que va ligado a las artes, la métrica de la poesía y la música. Un buen ejemplo de ello lo encontramos ya en las pirámides Mayas o en las del Antiguo Egipto, o en una bella partitura que esconde números, escalas, pentagramas, tiempos,… tal vez fruto de la armonía musical matemática o de la matemática armonía musical.
Si nos referimos a las artes plásticas podríamos preguntarnos ¿que es un color puro ? pues un conjunto de frecuencias próximas, es decir, en un lienzo vemos la parte de la luz blanca -el color- que emerge del lienzo. El resto de los colores que poseía la luz blanca fue sustraído por los pigmentos. Si unimos un concepto geométrico como la perspectiva dibujaremos la profundidad de una obra.
Dobles imágenes, ilusiones ópticas, teoría de la relatividad,… entre otras, fascinan e inspiran a pintores como Dalí o Picasso.
Un modo matemáticamente bello de expresarse: “ En determinada medida, al menos, me parece que el secreto del amor es el resultado de una operación matemática relativamente simple: sumar un deseo indefinido y un cuerpo adecuado, multiplicar el resultado por un número variable de espejismos, sacar la raíz cuadrada de todo eso y, finalmente, dividir el resultado por la suma de esa otra atracción a la que llamamos Realidad; dos abstracciones, dicho sea de paso, que tienen la facultad de ir poniendo las cosas en su sitio y que convierten en inútil esa absurda secuencia matemática que acabo de exponer.” ¿Que os parece esta reflexión “literato-matemática” de Felipe Benítez Reyes en su obra El pensamiento de los monstruos? Ciencia y arte han caminado de la mano desde la antigüedad, la ciencia como portadora de conocimiento y el arte como expresión de ese conocimiento. De maneras diferentes científicos y artistas confluyen en la idea de crear realidad. La perfección de una operación matemática es proporcionalmente estética a la belleza de una obra de arte.
PS: Obviamente soy de letras por lo que mi conocimiento en ciencias es puramente anecdótico, por lo que si me he equivocado en algo me disculpo de antemano pero “yo no entiendo de ciencias”. Es por esto que los historiadores del arte nunca llegaremos a entender la verdadera esencia de una obra de arte, nos faltan conceptos matemáticos, físicos, geométricos,… para analizar profundamente lo que hemos estudiado durante 5 años o más….
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