Revista Cultura y Ocio
Algunos números son mágicos, se dice que tienen propiedades increíbles forjadas por dioses en los tiempos antiguos, uno de ellos sería el tres y no hay más que reflexionar por un momento para darse cuenta que podemos hacer una rápida enumeración de algunas trinidades.
El cómic tampoco ha sido extraño a ello y se puede ver que en otras tantas ocasiones lo ha usado, sabiéndolo o no, al conformar la unión de algunos personajes.
Superman, Batman y Wonder Woman.
Si debemos empezar por algún sitio, completamente al azar y sin seguir ningún patrón, este es tan bueno como cualquier otro.
Estos tres personajes son sin duda “la trinidad” del Universo DC, tal es así que hoy en día se consideran como los que inspiran a los demás y son el baremo moral (y otros aspectos) de todos los demás, aunque no siempre estén los unos conforme con los otros y una muestra de esto son los acontecimientos que hemos podido ver en la reciente, más o menos, muerte de Maxwell Lord a manos de Wonder Woman, lo que hizo que hubiera tensiones ya que se había traspasado la línea que nunca debe dejarse atrás.
El funcionamiento entre ellos, de forma muy básica, podría definirse con que Superman es el líder (aunque su excesiva bondad le hace ser demasiado tonto a veces), Batman el que realmente lleva las riendas y Wonder Woman la que hace de aglutinador entre ellos.
Thor, Iron Man y Capitán América.
En este caso puede mostrarse de forma menos evidente, ya que aunque sí se les ha visto en multitud de ocasión ejerciendo de eje central lo han sido principalmente dentro de Los Vengadores, no como los anteriores que vienen a serlo dentro de todo su universo de héroes.
Aquí además podemos ver, en cierta forma, un enfrentamiento con Los Cuatro Fantásticos, que tengamos en cuenta que son una representación de las fuerzas elementales, lo que nos lleva a un “lucha” entre dos formas distintas de poder.
Mafalda, Manolito y Felipe.
Cambio radical de género y temática, pero seguimos con la misma pauta que aquí de nuevo es más que evidente.
Las geniales historietas creadas por Quino tienen su propio reflejo en las vidas de estos pequeños personajes, del que sin duda Mafalda es la figura capital pero bien acompañada por los comentarios de los otros. Si ella sería la más real de todos, quizá por eso mismo también la más sarcástica (aunque sin pretenderlo, ya que solo es una niña que dice lo que piensa) en los otros vemos claramente la figura del soñador que inconformista con el mundo desearía irse a lugares más propios de la fantasía (Felipe) y también la del hombre solo interesado en su propio bienestar y en el aumento de su capital (Manolito); siendo citados aquí de forma muy simplista ya que, y cualquier lector lo sabrá, en realidad son mucho más complejos y humanos que cualquiera de nosotros.
Por supuesto el mundo en el que viven irá aumentado, con lo que entrarán otros perfiles en juego que les harán evolucionar y madurar (sin olvidarnos que son niños, y ese juego siempre está presente).
Mickey, Goofy y Donald.
No podríamos situar a estos tres realmente en cómic, ya que muchas de sus grandes aventuras han tenido al pato en solitario y a los otros en dúo, pero son sin duda el triunvirato por excelencia de Walt Disney.
Tres amigos totalmente distintos y que, al igual que los anteriores, cumplen un papel tópico y habitual aunque luego no lo sea realmente tanto. Mickey es el líder y el más popular entre los fans (lo que precisamente le ha llevado a no evolucionar todo lo que debería), Goofy es un secundario cómico que ha hecho sus pinitos e incluso ha sido superhéroe, y finalmente está Donald que además de ser el más cascarrabias de los tres es también el que mejor refleja al hombre de a pie, en gran parte debido al trabajo de Carl Barks y posteriormente de Don Rosa.
Los sobrinos del Pato Donald.
Quizá en este punto el único hecho radica precisamente en su número ya que vienen a ser intercambiables entre ellos, aunque posteriormente han podido ir desarrollando más carácter, y el único motivo por el que se empezaron a incluir no era más que otro recurso cómico y ayudar así a Donald a entrar en la madurez, ya que ahora contaba con la obligación de cuidar de sus tres revoltosos sobrinos (hago aquí la indicación de que este escrito es sobre cómic, así que mientras lo redacto tengo en mi cabeza bien presente al ya citado Carl Barks).
La inclusión de estos tres polluelos o pilluelos, lo que cada uno prefiera, es para hacer inciso en que otros tantos de los personajes de Disney también tendrán sus propios tríos de sobrinos, lo que ha hecho que no poca gente se pregunte qué tenían en la cabeza los autores en algunas ocasiones.
Otras trilogías
El número tres está presente en otros ámbitos de la cultura desde tiempos bien remotos. En el ámbito religioso, la Santísima Trinidad (padre, hijo y espítiru santo) llevó a las representaciones plásticas de temática sacra a tener dicho número como referencia para ello. La estructura interna en forma de pirámide nos retrotrae a lo mismo: tres ángulos, tres lados. Y en lo mitológico, las Gracias de Rubens eran, sí, tres, aunque no fue solo el pintor flamenco quien eligió esta temática. Y hablando de pintura, los colores primarios también son tres: rojo, verde y azul; a partir de ellos obtenemos el resto de gamas.
En literatura las trilogías son una forma muy común de agrupar una serie de novelas, como si cada una de ellas fuese en planteamiento, nudo y desenlace de una red argumental más extensa de la que abarca un solo volumen: El Señor de los Anillos, La lucha por la vida (de Baroja), o la reciente Millenium, del difunto escritor sueco Stieg Larsson.
Y, cómo no, Star Wars, con su trilogía original y, posteriormente, la de precuelas.
El secreto, parece ser, está en el tres.