Jordi Bayarri.Imagen de archivo de Ruta 42.
“Parece simpática”, “Entre Tinieblas”, “Magia y Acero”... estos son algunos de los nombres de las obras de Jordi Bayarri, un autor habitual de salones, muestras y demás festivales de cómic, mostrando siempre una gran cercanía con sus lectores y seguidores a los que nunca niega una firma y un rato de charla.
El autor
Sus primeros pinitos fueron en varios fanzines, algo muy habitual por otra parte, pero puede verse el momento de inflexión en 1998 con el número 0 de “Magia y Acero”, serie que todavía sigue a día de hoy y que este mes verá la luz su vigésimo segunda entrega.
En el año 2003 comienza una interesante relación con Aleta Ediciones y de esta colaboración saldrán “Titán del pasado”, “Piel de Dragón” y “Entre Tinieblas”, de esta última teniendo el autor la intención de publicar el número 7 en este diciembre del 2011.
Actualmente también trabaja en dos proyectos de cómic on-line: Enchantae de temática adulta y acceso permitido por pago, y Alien College Beta de ciencia ficción y gratuito.
Por supuesto en su historial hay más que esto, pero solo pretendía dar unas pinceladas por algunas de las cuestiones más relevantes para ayudar a situar al lector.
La temática
A cualquier habitual de este autor no hará falta contárselo, y tampoco al que haya leído el apartado anterior, ya que es más que evidente que las predilecciones de Bayarri corren por mundos fantásticos, llenos de ficción y totalmente alejado de una vertiente biográfica o de intenciones de Novela Gráfica pero no por ello exento de ser personal y dejar todo marcado por su toque personal.
Imagen de Jordi Bayarri, usada con permiso del autor.
Esto último nos lleva a otro punto a destacar y es que Jordi Bayarri dibuja chicas, muchas veces directamente del natural, pizpiretas y desenfadadas. Algunas en claro homenaje al pin up, otras con una vertiente más atrevida y algunas, sencillamente, la chica que se ha sentado al lado en la cafetería, la vecina de al lado que se dice en América.
Con esta línea ha publicado dos pequeños libros llamados “Parece simpática” y “Parece muy simpática” en los que recogía un buen número de sus bocetos de muchachas, que lograron una buena aceptación entre sus seguidores y del que, quizá, veamos en no mucho una tercera entrega.
El estilo
Rápido, directo, sencillo y eficiente, esa me parece la mejor forma de definirlo, también podría decirse que no tiene mayor pretensión que satisfacer a sus lectores y si bien muchas de las caras femeninas que aparecen son ciertamente parecidas, no podrá decir nadie que no son guapas o que no cumplan con lo que el autor promete y con un nivel que mantiene obra tras obras, y la sinceridad y la honradez son algo que siempre es de agradecer.
El método de trabajo usado es más o menos el mismo que el de otros muchos dibujantes, partiendo de la creación del guión prepara después la planificación de las páginas, bocetos y el diseño de los personajes. Con todo esto ya da paso al lápiz y entintado de las páginas, las cuales escanea para luego colorear digitalmente (Bayarri es, además, todo un tecnófilo) y llegar así al resultado final.
El hombre que dibujaba chicas
Personalmente me gusta Bayarri y el estilo que maneja, ese mismo que le permite tener una buena producción mensual con un nivel de calidad siempre igual y que no cae, y considero que es un autor honrado que no pretende más que vivir de lo que hace y de lo que disfruta haciendo. Sin más y sin menos.
En el pasado he escuchado críticas que decían que es demasiado simplista y que las chicas son todas iguales, lo que en parte no deja de ser cierto, y una vez charlando con él en un salón se lo comenté y dijo, con muy buen tino, que él tampoco tenía más intención que la que es evidente en sus tebeos y que a fin de cuentas a sus seguidores les gustaba lo que hacía que era lo que contaba; quizá me haya fallado alguna palabra pero el concepto viene a ser ese, y realmente tenía razón en lo que decía y la prueba de ello es que festival de cómic tras festival de cómic allí está él (casi siempre de camiseta negra) firmando a algún lector.
Proyecto fotográfico basado en el trabajo del autor.