¿Por qué está el pueblo silenciado? ¿Todavía es miedo a las represalias? ¿Por qué no podemos recuperar lo que es nuestro? Nuestros recuerdos, nuestra historia, nuestra memoria.
¿Por qué se ha normalizado las atrocidades de la dictadura? ¿Por qué los actuales diligentes políticos no asumen la verdad? Que son herederos de la falange, ¿es remordimiento? ¿Por eso no ayudan a las familias?
“No vale la pena remover el pasado, abrir heridas cuando los afectados ya las han cerrado”… nos dicen.
Nos han educado a perdurar en el silencio a no decir nada y no es que los mayores hayan olvidado, es que todavía no han perdido el miedo a hablar, pero el dolor sigue ahí, latente en muchas casas españolas. Y es que no se puede reabrir una herida cuando jamás ha estado cerrada. ¿Para quien no vale la pena remover? Para mí, si vale la pena encontrar a las personas que lucharon por la libertad, por la justicia y por los pensamientos libres. Merecemos saber cómo, por qué, en qué circunstancias y donde murieron, pero sobre todo, donde están.
El eterno lamento de las madres “donde estará…”
Esas madres que lloraban entre gritos desgarradores al saber que sus hijos no volvían de la guerra, pronto tenían que callar. Sin poder preguntar dónde estaban sus hijos si no querían ser fusiladas también. Como buenas madres y buenas mujeres callaban ante la gente y solo lloraban a solas, en silencio, cuando sus demás hijos dormían.
Por ser republicano, rojo, por ser el niño del correo, la mujer de la persona que habló o el padre de un maestro, por pensar diferente, por creer en la libertad. Esos eran los mayores delitos que sin juicio justo, recibían el ´”llamado golpe de gracia”
Los maestros que dieron su vida y su nombre para dar al pueblo conocimiento, libertad de pensamiento, era uno de los peores delitos, señalados por el dedo acusador del cura del pueblo que los acusaba ante la falange de anteponer ideales liberales a la asistencia a la iglesia. Motivo suficiente para ser ejecutados y es que fueron tantos los maestros fusilados, cuyos alumnos fueron obligados a mirar mientras los enterraban, que llegó a ser nombrada fosa de los maestros.
Y de lo que no somos conscientes es que eran asesinatos, fueron asesinados por la falange a sangre fría y parece que a nadie le importa.
El 31 de octubre de 2007 se aprueba la Ley 52/2007, 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura. La llamada Ley de Memoria Histórica, aplaudiéndose la acción con mucha esperanza para algunos españoles que por fin podrían encontrar y enterrar a sus desaparecidos. Pero no fue así. Las competencias recaen en ayuntamientos, de los cuales, los pertenecientes al partido popular no colaboran con las familias que reclaman, por ley, los restos de sus familiares.
Incluye el reconocimiento de todas las víctimas de la guerra civil (1936-1939) y la posterior dictadura Franquista(1939-1975).
Esta ley no se está cumpliendo. El Partido Popular, derrocó la ley y la ha ido inhabilitando poco a poco.
Fosas comunes. La ley dice que “El Estado ayudará a la localización, identificación y exhumación de las víctimas de la represión franquista cuyos cadáveres se encuentran aún desaparecidos, a menudo enterrados en fosas comunes.
Pues bien, pese a ser una ley reconocida, queda bajo competencia de los ayuntamientos el decidir si presta ayuda o no a la exhumación. El estado ha retirado las partidas presupuestarias correspondientes a éstas ayudas haciendo desaparecer incluso la oficina de ayuda a las víctimas de la dictadura.
Símbolos franquistas. Además, la ley establece que los «escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación personal o colectiva del levantamiento militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura» deberán ser retirados de los edificios y espacios públicos. La retirada «no será de aplicación cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas, o artístico-religiosas protegidas por la ley», lo cual podrá aplicarse a iglesias y templos de culto.
Este punto parece ser que también es opcional. Pese a las denuncias a varios ayuntamientos, continua habiendo algunos ayuntamientos del Partido Popular que se niegan a retirar los símbolos franquistas como es el caso del ayuntamiento de Boadilla del Monte, el cual anunció públicamente que dejaría a un lado la Ley de Memoria Histórica.
Y el Valle de los Caídos, otro punto de conflicto ya que según la ley “se regirá por las normas aplicables a lugares de culto y religiosos. Se dispone su despolitización, prohibiéndose los «actos de naturaleza política exaltadores de la Guerra Civil, de sus protagonistas, o del franquismo» y que la fundación gestora del Valle «incluirá entre sus objetivos honrar y rehabilitar la memoria de todas las personas fallecidas a consecuencia de la Guerra Civil de 1936-1939 y de la represión política que le siguió»”.
Y una vez mas no se ha cumplido nada de nada, no ha habido el más mínimo respeto.
El Partido Popular ha despreciado y burlado la ley de memoria histórica en numerosas ocasiones, tanto por parte del Mismísimo Presidente del Gobierno Mariano Rajoy, que entre risas declaraba que “0+0 es 0 y seguiría siendo 0” cuando se le preguntó sobre incluir o aumentar una partida presupuestaria para la Ley de Memoria Histórica.
Y es que vendita hemeroteca que nos permite recordar que en 2009 vimos al actual vicesecretario general del partido popular Pablo Casado Blanco, llamando “carcas que solo hablan de sus tiempos y de las guerras y de la memoria” a modo de burla, a las familias que buscan y luchan por la memoria histórica. Y actualmente, con toda la cara del mundo, se retracta diciendo que está muy sensibilizado con el tema de la memoria histórica ya que tiene familia víctima del franquismo y si estuviese en la situación de no saber dónde está posiblemente también lo buscaría, pero que no hay que remover el pasado…
¿En qué quedamos señor Casado? Está de acuerdo con que las familias quieran saber la verdad o cree que es mejor no remover el pasado? Todas estas declaraciones se basan en populismo barato.
La voluntad política es la única que puede ayudar, como actualmente el en el País Vasco, donde tanto el gobierno de Euskalerria como Aitzane Ezenarr, directora del instituto de la memoria, hacen cumplir la ley sin poner ningún impedimento, todo lo contrario. No se pone en duda si se abre o no se abre una fosa común, directamente y de oficio se hace , se exhuman y se identifican a las personas asesinadas para más tarde, notificarlo a la familia.
Y eso es lo que no tenemos por parte del estado, voluntariedad política por parte del Estado, que su única finalidad es mantener el silencio, mantenernos callados
No olvidamos, no callamos y luchamos por el pensamiento libre.