Si alguien creía que el asunto de la Ley del Aborto había terminado con la retirada de la misma y la dimisión del ministro Gallardón, estaba muy equivocado o se había caído de un guindo. La Iglesia Española, capitaneada por los Obispos no ha tardado ni un día en salir a la palestra y mostrar su perfil retrógrado, intolerante, racista, homófobo e irrespetuoso con todo aquel que osa oponerse a sus principios morales.
Esta vez le ha tocado el turno al Obispo de Alcalá de Henares -Madrid-, Monseñor Juan Antonio Reig Plá, famoso por anteriores declaraciones muy polémicas en contra del colectivo homosexual de este país. Este sujeto peca de reincidente y la fijación que mostraba contra los homosexuales era, cuando menos, digna de estudio. Existe un refrán en España que dice: El que primero la huele, debajo la tiene, en referencia al típico individuo que es el primero que se queja cuando le llega a la glándula pituitaria un presunto olor a pedo y lo dice para demostrar que no es él el autor de la ventosidad. Pues eso, tanto hablar de los homosexuales por parte de este Obispo suscita mucha sospecha, no vaya a ser que...
Pero vamos con sus declaraciones, aunque antes, aviso para navegantes: Si eres muy sensible, no sigas leyendo.
Tren de la Libertad
Esto ocurrió en febrero de este año, cuando decenas de miles de personas se manifestaron en contra de la reforma de la Ley del Aborto, auspiciada por Gallardón y, como es sabido, rechazada hace unos días. Está claro que este tipo de movimientos han supuesto un espaldarazo para dar marcha atrás en la Ley, lo que ha enfurecido al Obispo Reig Plá, que ha declarado al respecto:
Este tren, como los trenes de Auschwitz que conducían a un campo de muerte, debería llamarse, no el Tren de la Libertad, sino el tren de la muerte, del Holocausto más infame: la muerte directa y deliberada de niños inocentes no-nacidos
Aquí debería escribir algo así como sin comentarios, pero no me resisto a puntualizar a Monseñor Reig Plá. Auschwitz fue un campo de concentración donde se asesinó a más de un millón de personas con métodos como ejecuciones, inanición, cámara de gas, crematorios, ahorcamientos o torturas hasta que el ser humano moría. Se trataba de hombres mujeres y niños, sin distinción ni preferencia alguna. Repito, seres humanos, con conciencia.
Este abominable invento fue obra de la Alemania Nazi para implementar lo que se vino a llamar la solución final o cuestión judía, que tanto importaba a Hitler y a los Nazis. He de recordar al Obispo Reig Plá que estos eran amigos y aliados del General Franco y su España fascista, ganadora de la guerra civil gracias al apoyo de Hitler. A su vez, Franco tenía a la Iglesia Católica como su aliado más fiel y de hecho, el Vaticano fue el primer Estado en reconocer a la España franquista. Y no es casualidad, la Iglesia Católica simpatizaba también con el Régimen Nazi, lo cual viene a demostrar que poco o nada hicieron para detener la espiral asesina de Hitler. Y a colación de esta especial relación, recordemos que el 23 de marzo de 1933 el partido católico votó en el Reischstag -Parlamento- por Hitler, a cambio de una posición de privilegio de los primeros en el futuro Tercer Reich.
Tal era la buena relación entre la Jerarquía Católica y Hitler que el prelado Kaas, líder del partido católico, en su estancia en Roma durante este proceso de negociación -privilegios antes mencionados- describiría a Hitler como: ...el portador de elevados ideales quien hará todo lo que es necesario para librar la nación de la catástrofe. Como pitoniso no tenía precio. Este apoyo tuvo su consecuencia en el considerable aumento de poder de Hitler en Alemania, ya que los Nazis multiplicaron sus votos, su poder y su respetabilidad.
Una vez más, la Iglesia Católica se regía más por sus intereses por el poder que por su código moral y, lamentablemente, no era la primera vez que ocurría. Esto viene a demostrar que si hay alguien que no está autorizado para hablar del Holocausto, de muerte o de libertad, es cualquier representante de esta Institución anclada en la Edad Media y autora de los mayores genocidios de la historia, ya sea por acción, omisión o complicidad. Por tanto, este Obispo -Reig Plá- sí está capacitado para hablar de nazismo y Holocausto, pero nunca para dar lecciones morales al respecto. Uno se pregunta el motivo por el que La Iglesia Católica no fue juzgada en los Juicios de Núremberg, pues allí se sancionó a los responsables del genocidio, a saber, dirigentes, funcionarios y colaboradores. Parece claro que la Iglesia Católica tuvo un papel fundamental en el ascenso de Hitler, pero nadie tuvo el valor de llevarlos ante la Justicia.
Colectivo Gay
Por supuesto no podían faltar los homosexuales y las mujeres en la cruzada de este sujeto, objetivo recurrente para la Iglesia durante toda la historia. Veamos lo que ha dicho Monseñor Reig Plá.
Ha llegado el momento de decir, con voz sosegada pero clara, que el Partido Popular es liberal, informado ideológicamente por el feminismo radical y la ideología de género, e infectado como el resto de los partidos políticos y sindicatos mayoritarios, por el lobby LGBTQ
Pues eso, el colectivo gay, por sus siglas LGTBQ, es un lobby según el Obispo. Pasa por alto que tuvieron que crear su propia organización con el fin de defender sus derechos como personas, sobre todo ante la Iglesia, que ha perseguido y vilipendiado a los homosexuales durante toda la historia. Y lo mismo se puede decir de las mujeres, otro objetivo a reprimir por estos truhanes. Pero el Obispo hace referencia a la, en su opinión, intoxicación del feminismo radical y a la infección de los homosexuales sobre la ideología del Partido Popular. Me pregunto qué demonios echa en el vino de la misa este impresentable, pero agua seguro que no es.
Que nadie se llame a engaño, esto es lo habitual cuando se trata de algún miembro destacado de la Iglesia Católica Española. Siempre han tenido ese espíritu guerracivilista que recorre cada poro de sus cuerpos. Nunca podemos esperar de ellos un discurso de conciliación y diálogo, ¡jamás!. En su lugar optan por lo que mejor servicio presta a sus intereses, a saber, intolerancia, fundamentalismo dogmático y confrontación. Este es el escenario donde más cómodos se sienten y las mujeres y el colectivo gay son un gran recurso que utilizan como arma arrojadiza sin rubor alguno. Además, la invectiva con la que se refieren a estas personas deja un poso de odio y desprecio muy similar al que tenía Hitler por los judíos. No es casualidad, siempre han considerado a las mujeres y a los gays como sub-humanos, lo mismo que Hitler a los gitanos, judíos o seres humanos de otras razas que no fueran arias.
Pedro Sánchez -PSOE-
No es que uno sea el abogado defensor de Pedro Sánchez, ya que no es digno de mi admiración, pero el ataque del Obispo hacia el líder socialista no ha dejado indiferente a nadie, incluido a un servidor. En concreto, Monseñor Reig Plá ha dicho:
Es asombroso comprobar cómo telefonea a un programa de televisión -Sálvame- para denunciar la violencia contra los animales y, sin embargo, olvida la violencia criminal contra dos millones de niños abortados: decapitados, troceados, envenenados, quemados…
Casi nada al aparato. Volvemos a lo mismo, estos despreciables Obispos conocen muy bien lo que es un genocidio y la eliminación masiva de seres humanos y lo expresan con total y absoluta contundencia. Cualquiera que no sepa el motivo de fondo diría que en este país se ha aprobado una ley para perseguir a los niños y eliminarlos de la faz de la tierra, además de la forma más violenta posible.
Como en toda estrategia donde tenga influencia la Iglesia Católica o alguno de sus miembros, mezclan churras con merinas. Que Pedro Sánchez llame a un programa de televisión y se posicione en contra del maltrato animal, no tiene nada que ver con el aborto y los niños, pero para el Obispo es lo mismo. Esto se llama demagogia en su significado más literal y va dirigido sin ambages hacia el ala más intolerante de la sociedad española. No necesitan buscar un motivo coherente ni indiscutible, simplemente comparan cualquier aspecto, tenga o no que ver con el asunto de fondo, para arremeter indiscriminadamente contra todo aquel que se oponga a su manera de pensar.
Desde aquí, solo espero que el Papa Francisco haya tomado nota al respecto, pues parece que el líder de la secta católica tiene otro tipo de visión con respecto al mundo y a los seres humanos. Por lo menos y, viendo lo que se desprende de sus declaraciones, muestra una actitud mucho más conciliadora y ausente de beligerancia que la rancia y casposa curia católica española.