Leyenda de la Grúa Carola

La Grúa Carola no ha sido siempre roja. Tuvo su esplendor cuando aún era gris y movía toneladas para la construcción de buques en los Astilleros Euskalduna de Bilbao, siendo la más potente de la época (tenía capacidad para levantar 60 toneladas). Comenzó a trabajar en 1954 y se mantuvo en funcionamiento hasta el cierre de los Astilleros.

Estos astilleros fueron fundados en 1900 para la construcción y reparación de buques. A finales de 1977 comienza la crisis de los astilleros y a partir de esta fecha todo va a peor, llegando a haber paros, manifestaciones, detenciones, movilizaciones... hasta que en 1985 se cierra definitivamente.
Las embarcaciones se construían con cascos de acero. El papel de la grúa era acercar y sostener diferentes materiales (hierro, chapas...) mientras se soldaban.

Carola... ¿Por qué se llama así? 

Hay varias versiones sobre este mito y no sabemos seguro cuál es la real, o si alguna de ellas lo es. Sin embargo, la esencia es la misma, el nombre de Carola es el nombre de una mujer bella que no pasaba desapercibida para los trabajadores de Astilleros Euskalduna.
Los operarios la veían pasar todos los días cuando cruzaba el gasolino de Deusto, hoy en día desaparecido, para ir a trabajar. Era tan atractiva que incluso paraban la producción para verla pasar. Se llega a comentar que uno de los directivos del Astillero le sugirió que le saldría más rentable pagarle un taxi para que fuera a trabajar y no pasara por ahí.

Esta grúa podía haber sido uno de los elementos desaparecidos tras acabar la industria. Por suerte no fue así y, ahora podemos disfrutar de su imponente presencia junto al Museo Marítimo de Bilbao donde también se mantienen los diques de estos antiguos astilleros.