

Uno de estos pastores, apuesto galán, se acercó a la torre y se enamoró de ella, comenzando así un romance entre ellos. Todos los día la visitaba a la misma hora y le enseñaba la doctrina cristiana para poder casarse con ella.
Un día tomando agua de una oquedad con una vasija, trepó por el muro de la torre hasta llegar a la doncella, le colgó una medalla de la Virgen del cuello, ella se arrodilló ante el zagal, y la butizó poniéndola por nombre Soledad.
El pastor le pidió que se casara con él. Ella accedió y el mozo en su contento hizo un desafortunado movimiento, resbaló y no pudiendo asirse a ningún agarradero, cayó sobre las duras piedras y se mató ante la mirada atónita de la mora.
Fuente: http://salvapecesds.blogspot.com.es/2009/07/la-mora-de-la-torre-tolanca.html