Revista Cultura y Ocio
Inauguramos una sección que espero que os guste. Cada 15 días voy a intentar contaros una leyenda de Bizkaia, y presentaros a los diferentes personajes que conforman nuestra mitología. Nos estrenamos, como no podía ser de otra manera, con la diosa Mari. La figura principal y en torno a la cual confluyen el resto de seres mitológicos vascos.
Representa a la madre Tierra y entre sus funciones, está la de castigar la mentira, quitándote lo que has negado para impartir justicia, el robo y el orgullo.
Su consorte se llama Maju y tiene dos hijos: Mikelats (el malo, que provoca tormentas y pedriscos que diezman el ganado y las cosechas) y Atarrabi (el bueno).Dicen que cuando Mari y Maju se unen se forman las tormentas. Puede adoptar diferentes formas, la más conocida de las cuales es la de una hermosa mujer con una larga cabellera rubia. Habita en diferentes moradas, como el monte Oiz o el Txindoki, pero la más importante es la cueva del Amboto. Concretamente en la parte este del monte, cerca de la cumbre.
Se dice que cada 7 años cambia de cueva, surcando los cielos montada en un carro de fuego.
Si quieres saber en qué morada está, fíjate en la entrada de la cueva porque estará envuelta en nubes.A estas cuevas se va a rendirle tributo para pedirle ayuda, pero tienes que seguir rigurosamente el protocolo para no enfadarla. Atentos:
◙ Hay que tutearla.
◙ Tienes que salir de la cueva de la misma manera que has entrado. Es decir, si entraste andando hacia delante, tienes que salir marcha atrás, sin darla la espalda.
◙ Nunca te sientes en su presencia, aun cuando te invite a hacerlo.
◙ Esto no forma parte del protocolo, pero no está de más llevarle algun tributo Si conocéis alguna leyenda concreta y queréis que la publique, me podéis mandar un correo a [email protected]