Leyendas en el abismo (tomo 2): la magia de Neil Gaiman

Todos los lectores de tebeos sabemos reconocer a la primera si se capta o no la esencia de un personaje. No es sencillo explicar qué es, cómo hacerlo o el porqué no se logra en muchas ocasiones, pero si se consigue se hace a la perfección.

Para lograr que esto suceda se requieren muchas cosas: un guionista competente y que conozca bien la historia (tanto del personaje como de los demás), una cierta libertad para poder ir por lugares normalmente cerrados a las series regulares, un dibujante que sepa hacer reconocibles las facciones de héroes (o villanos) que van con el rostro tapado, un momento y un lugar concretos. Esto último quizá requiera una explicación, y es que a veces para que todo lo que es el espíritu se conforme correctamente hay que salir del Universo habitual, dejar la cronología y la trama del momento de lado, pero todo enfocado a crear una aventura de carácter más intemporal que tenga validez (o al menos disfrute) hoy y mañana, no algo solo de un instante que deje de contar pasados unos meses.

Por ejemplo puede citarse a “Batman: The Animated Series” como el mayor exponente de este hecho. Aunque la serie televisiva comenzó su emisión a principio de los noventa, extendiéndose durante años y cambio el título de la cabecera, sigue siendo de total referencia hoy en día por lo bien hecho de su producción, una muy cuidada creación de caracteres y por supuesto esos inolvidables fondos de tono rojizo que fabricaron una Gotham City anclada en el tiempo. Bruce Timm y su equipo cogieron todo lo que ya existía sobre el cruzado de la capa, sus compañeros y villanos, pero no dudaron en ir más allá y variar todo lo que consideraran mientras se buscara el máximo respeto, e incluso llegando a dar una nueva edad de oro a Mr. Freeze o hacer que Harley Queen saltara de la pequeña pantalla a las páginas del cómic (normalmente es al revés), sin olvidar la que posiblemente sea la mejor interpretación del Joker, en gran medida por la genial voz de Mark Hamill.

Y con esta larga introducción ya se puede hablar de la magia de Neil Gaiman. Uno de los mejores guionistas de los últimos tiempos, a partes iguales por su desbordante imaginación y por su capacidad de comprender a los personajes desde un primer momento, dos hechos que quedan expuestos en su larga saga con Morfeo (“The Sandman”), dando desde el inicio una gran profundidad y carga de pasado a creaciones que acababan de nacer. Hay que ser muy bueno para lograr algo así, más todavía para mantenerlo en el tiempo y que evolucione hacia formas muy distintas del cómo comenzó, y que en el proceso no pierda nada de su esencia.

En este segundo tomo de “Leyendas del abismo” el que será su icono solo hará una rápida aparición, pero precisamente para dar más veracidad a ese universo que logra crear, que si bien es el mismo Universo DC parece mucho más coherente que este. A través de cinco cuentos (los principales), quizá sería mejor decir sueños, logra que nos encontremos cómodos en mundos que son sencillamente imposibles, con seres fantásticos que bien podrían ser nuestra perdición y que en lugar de eso no son más que guías hasta una tierra de fantasía.

Tim Hunter, La cosa del pantano, John Constantine y el Sandman original serán los anfitriones de lujo que tendremos en esta recopilación de algunos de los mejores trabajos de Gaiman. Es realmente complicado quedarse solamente con uno, por un lado en “Los libros de la magia” se hace toda una presentación magistral de la parte más mágica de DC (mucho de ello ligado a la línea Vertigo), en “Jack el verde” indagaremos en el pasado de La cosa del pantano (o de un elemental que fue) en un triste relato sobre la amistad y la muerte, más inquietante será el mundo de “Hellblazer” pasado por los sombríos y extraños lápices de Dave McKean, sin dejar de lado a Wesley Dodds que fue el Sandman de la edad de oro y cuyo camino se unirá aquí al de Morfeo en una gran labor de retrocontinuidad perfectamente ajustada.

No, no es sencillo quedarse solo con una historia. Lo mejor será cerrar los ojos y dejar que alguien ponga un poco de polvo de los sueños bajo nuestros párpados.

Doc Pastor

Periodista/Fotógrafo. Cine, cómic y lo que toque. Fundador de Ruta 42 / La Encuadre. Coleo por más sitios. Mi perrito se llama Loki. Mis opiniones son mías. Valladolid - Madrid - Narnia ·

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