Hay varias señales que las viejas consejas argumentaban que debían tomarse en cuenta para identificar que alguien estaba a punto de morir.
He aquí la primera de las formas. No existe animal al que se le tema más en cualquier barrio de nuestro país que a la aparición de una Mariposa Negra.
No me malinterpreten, no es cualquier tipo de mariposa de este color. La que refiere la historia suele ser una mariposa grande, muy grande, por lo general del tamaño de una cuarta, unos 15 a 25 cms de extremo a extremo de las alas o incluso hay reportes de algunas más grandes. No presentan ni manchas ni rayas, ni ninguna otra alteración, suele ser completamente negra, con el cuerpo muy grueso y las alas densas.
Había leído también en los libros de Héctor Gaytán y de Celso Lara Figueroa sobre esta extraña mariposa, pero nunca le había dado más valor probatorio que el de cualquier otra leyenda de espantos y aparecidos.
Recuerdo que en el barrio de La Palmita, donde pasé mi infancia (mis primeros 10 años), una vecina nos comentó que su hermana le había contado alarmada que había visto aparecer a una gigantesca mariposa negra y que esta se había posado en el dintel de la entrada de su casa y había permanecido allí casi todo el día.
La espantaron, pero a las pocas horas regresó, volviendo a posarse ahora sobre el marco de una ventana de la sala.
Un par de días después, su hijo mayor sufrió un accidente y falleció.
Pues no sé si por una macabra casualidad 4 días exactos antes de que falleciera mi abuela materna recuerdo que en la sala de mi casa apareció una gran mariposa negra, como si fuera un pañuelo extendido en la pared.
La perseguí para matarla varias veces pero nunca pude darle caza. Y aunque la aullenté los primeros dos días, al tercero dejé de hacerlo. Al cuarto día como comenté anteriormente, mi abuela falleció.
Pero no fue la única vez que me tocó experimentar esa "extraña coincidencia". Tan solo tres meses después de eso, la mariposa negra volvió a rondar nuestro hogar. Es esta última ocasión coincidió con la repentina muerte de mi tía.
El canto del búho en las zonas rurales también dicen que es presagio de que allá a quien voltea el ave a ver cuando emite su canto de muerte será la próxima persona en emprender el camino hacia el más allá.
Pero no solo los animales parecen presentir o vaticinar la muerte. Recuerdo también que me contaban que soñar con pérdida de piezas dentales era un presagio de que alguien iba a morir. Cuanto más visible era la pérdida, más cercana era la persona que iba a morir.
Y así como existen algunos rituales como el de salir a dar una vuelta a la cuadra con las maletas para augurar un viaje o comer doce uvas, una por cada campanada para año nuevo justo a media noche con sus correspondientes deseos, también recuerdo que se sugerían realizar dos extraños rituales para vaticinar el futuro del año.
El primero consistía en que justo a la media noche se procedía a romper un huevo y a depositarlo en un tazón. El tazón debía ser colocado debajo de la cama de la persona que quería vaticinar su futuro y a las doce de la tarde del día siguiente, se sacaba para proceder a su interpretación. Si la figura que formaba la yema sobre la clara se veía como un velo, entonces habría boda o de la persona que había realizado el ritual o bien de alguien muy cercano. Si la figura simulaba un barco, viaje. Si no se había deformado, el año transcurriría sin ningún suceso digno de atención. El horror se podía hacer presente si en cambio lo que formaba era una especie de ataúd, pues esto presagiaba indudablemente la muerte.
Nunca fui lo suficientemente curioso para intentarlo, pero sé que más de uno de nuestros vecinos en aquella época lo realizó.
Animales y extraños rituales según las viejas consejas se asocian al vaticinio de la muerte.
La otra forma de presagiar la muerte de algún miembro de la familia o amigo era esperar justo el sol de medio día para el año nuevo.
A la hora que el imponente disco se encontraba en el cénit descargando sus rayos con la mayor intensidad posible, todos los presentes se formaban en fila y aquel o aquellos que no viesen proyectada su sombra en el piso sabrían de antemano que irremediablemente ese año sería el último de sus vidas.
Y de ustedes amables lectores, ¿ alguno ha sido testigo de alguna otra situación que presagiara la muerte?
Espero sus comentarios e historias de ser ese el caso.